¡Revancha! Altuve deja en el terreno a los Yanquis y los Astros le devuelven la burla a Judge [+VIDEOS]

El venezolano José Altuve sentenció a los Yanquis de Nueva York con un jonrón de tres carreras este domingo, que les dejó en el terreno y sirvió para que los Astros de Houston en pleno cobraran revancha, burlándose del gesto que un día antes había hecho Aaron Judge.

Altuve volteó la pizarra en la parte baja del noveno, para coronar una reacción de seis anotaciones que le quitó el manjar de la boca a los Bombarderos del Bronx.

Lo más anecdótico ocurrió después de la emoción del bombazo final.

Judge recorrió las bases casi impertérrito, el sábado, al sacarle la pelota a Zack Greinke. Fue la única rayita del encuentro, que ganó Gerrit Cole tirando un juego completo por la vía del blanqueo. Pero justo cuando cruzaba por tercera, se llevó las manos al pecho en un pequeño gesto que recordaba el de Altuve cuando el jonrón contra Aroldis Chapman, en los playoffs de 2019, en aquella imagen que llevó a algunos a acusar al camarero de no querer perder su camisa debido al supuesto uso de un aparato electrónico para recibir las señas de los rivales.

Altuve, a diferencia de Judge, no aludió el gesto de mantener la camisa cerrada. Pero es obvio que sus compañeros quisieron tomar revancha con ese desplante, quitándole la camiseta y dejándole desnudo del torso hacia arriba, en medio de una afiebrada celebración.

El venezolano sostuvo, al revelarse el escándalo del robo de señas de su equipo, que la razón por la que no quería quedar sin camisa allá por 2019 era un tatuaje que le parecía muy feo y que prefería mantener oculto. A raíz de ese alegato, enseñó el tatoo de marras, que al parecer se hizo remover.

Investigaciones periodísticas concluyeron en 2020 que Altuve fue uno de los pocos que no aprovecharon el sistema ideado entre otros por Alex Cora y Carlos Beltrán, al analizar las veces que en todo 2017 sonó la señal del robo de señas cuando él estuvo al bate. Declaraciones de sus compañeros le liberaron de culpas, sosteniendo que, aunque muchos de ellos sí usaron el sistema fraudulento, el intermedista protestó y exigió a los técnicos a cargo que no hicieran sonar los avisos cuando él estuviera al bate.