El astro Miguel Cabrera puso fin a la espera que él, sus muchos seguidores, los Tigres de Detroit y toda Venezuela mantenían desde hacía 11 días, al conseguir este domingo el jonrón 500 de su carrera en la MLB.
Cabrera sumó 30 turnos en 8 juegos, desde que sacó su cuadrangular 499 en las Grandes Ligas, hace dos miércoles, en el Orioles Park ar Candem Yard, en Baltimore.
La espera terminó en el sexto inning del duelo dominical ante los Azulejos de Toronto. En cuenta de 1-1, frente al abridor Steven Matz, envío la pelota fuera, a 400 pies del Home, hacia la banda contraria.
Sus compañeros celebraron. El público rival le aplaudió con ruido. Los narradores estallaron y quedaron luego en silencio, para dejar que las imágenes condujeran la emoción.
El tablazo empató la pizarra y ayudó a que los Tigres empataran el duelo, que a la postre ganaron en extrainning 5 carreras por 3.
Fue el único imparable en 5 turnos para el nativo de Maracay, pero valió un potosí. Únicamente 28 paleadores han conseguido los 500 bambinazos en las Ligas Mayores.
La pelota, como sucedió en cada turno que tomó desde que sacudió el 499, el 11 de agosto, tenía una marca especial para ser recuperada y conservada.
Trabajadores del Rogers Centre consiguieron la bola y la llevaron ante el personal de MLB encargado de su autenticación. Después le fue presentada a Cabrera, aunque probablemente vaya ahora al Salón de la Fama.
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En Cooperstown se reencontrarán en todo caso. El venezolano es dueño de una hoja de servicios brillantísima, que incluye también una Triple Corona, cuatro títulos de bateo y próximamente 3.000 hits.
Su jonrón 500 fue también su imparable 2.955. Puede que no le alcancen los juegos que restan para redondear esa otra cifra en 2021, pero en todo caso estará a su alcance a comienzos de 2022. Aún tiene dos años de contrato con Detroit.
Por Ignacio Serrano
