La línea final de la apertura del venezolano Germán Márquez, en el juego de este martes, no hace justicia a la gran labor que tuvo contra los difíciles artilleros de los Padres de San Diego y menos después de la revelación que hizo su mánager al término del compromiso.
“Durante el día estuvo afectado por alguna especie de bicho”, dijo el estratega Bud Black cuando finalizó el encuentro. “Tuvo diarrea y otros síntomas, pero nuestros trainers le dieron unos medicamentos y lograron detener el malestar”.
El piloto aseguró que nunca estuvo en peligro la presentación del bolivarense, a pesar de su estado de salud que tampoco afectó su desempeño.
El venezolano retiró a 18 de sus primeros 20 contrincantes, en ese lapso solo recibió un sencillo y entregó una base por bolas.
“Lanzó muy bien”, felicitó el piloto a su pupilo a los periodistas después del cotejo. “No se quejó en ningún momento, no puso excusas. Salió a hacer su trabajo y fue eficiente”.
El derecho completó 6.1 entradas, recibió tres carreras, cinco hits, tres cuadrangulares y guillotinó a cuatro, básicamente porque trastabilló en el séptimo capítulo al ser explotado por Jake Croneworth, Tommy Pham y Fernando Tatis Jr. con trío de bambinazos, siendo el del campocorto un jonrón de piernas.
“Creo que me sentí un poco cansado en el séptimo inning”, admitió el pitcher criollo que confesó sentirse mejor del malestar con el pasar del día. «Tuve un buen juego, pero ellos son buenos bateadores”.
“En el séptimo capítulo creo que chocó contra una pared”, filosofó Black en la conferencia realizada por Zoom. «Hemos visto a Germán lanzar 100 o más envíos, pero le dejó una recta alta a Tatis Jr. A Croneworth y a Pham le lanzó unos envíos quebrados que no rotaron bien, pero su recta fue grandiosa y obligó a sus rivales a dar rodados. Tuvo buen comando con la slider. Fue una apertura eficiente, pueden ver el número de pitcheos por innings”.
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Germán Márquez también respaldó su trabajo con dos hits en tres turnos con el madero, uno de eso inatrapables fue su cuarto doble de la contienda, fletó dos y anotó una para ayudar al triunfo de su equipo 7×3, lo cual también implicó que se adjudicara su undécima victoria del año.
“Yo siempre salgo a dar lo mejor de mí”, atizó el guayanés que venía de una salida complicada en la cual toleró siete rayitas ante los Gigantes de San Francisco. «Yo también salgo a tratar de hacer el mejor swing y me ilusionaría mucho volver a ganar el Bate de Plata”.
Por Marcos Grunfeld
