Esta será la primera temporada desde 1999 que la MLB no presenciará ni en un solo juego a alguno de los tres grandes ases que han salido de Venezuela: Félix Hernández, Aníbal Sánchez y Johan Santana.
Santana se retiró oficialmente hace dos años, el día en que fue entronizado en el Salón de la Fama de los Mellizos de Minnesota. Las lesiones no le permitieron continuar. Pero los otros dos siguen activos. Hasta intentaron lanzar este mismo año.
Hernández rechazó la propuesta de reporarse a la sucursal de los Orioles de Baltimore en Triple A, para recuperar en abril el tiempo que las lesiones le hicieron perder durante el Spring Training.
Ningún otro equipo le propuso contrato al Rey Félíx. Desde entonces, sus seguidores siguen preguntándose si se hará posible completar su carrera por los 200 triunfos y el ponche 3.000.
Sánchez se mostró a comienzos de año ante scouts en Florida y luego vistió la camiseta Vinotinto en el Preolímpicos de beisbol. Finalmente, hacia mediados de año, trascendió a la prensa estadounidense que no lo intentaría más. No, al menos, hasta 2022.
Santana y sus dos herederos conquistaron al menos una vez el liderato de efectividad en las Grandes Ligas, cada uno. Todos tiraron no-hitters. Todos llegaron a ser verdaderos ases en sus equipos.
Sánchez ha ido un paso más atrás de sus dos compañeros. Aquellos exhiben tres premios Cy Young. Pero él, en compensación, es el pitcher nacido en Venezuela que suma más juegos de ocho o más innings y uno o ningún hit en las Grandes Ligas.
La temporada está a punto de terminar y por primera vez desde 1999 ninguno de estas tres estrellas ha hecho un solo pitcheo.
Pero una nueva generación de lanzadores venezolanos ha irrumpido con fuerza. Tres novatos están rematando con brillo y están decididos a convertirse en los nuevos ases de Venezuela.
Carlos Hernández, Reales
Carlos Eduardo Hernández dejó números discretos en las Ligas Menores. Los Reales de Kansas City le tenían muy bien considerado y su hoja de servicios posiblemente quedó afectada por el hecho de que la pandemia mundial no le permitiera curtirse durante 2020 en Triple A.
Empezó esta campaña sin llamar mucho la atención. Hasta el 28 de julio había hecho 14 presentaciones, mayormente como relevista. Tenía 6.04 de efetividad.
Pero la rotación de los monarcas ha estado haciendo agua desde el Día Inagural. Finalmente, el 29 de julio, el manager Mike Matheny decidió convertirlo a tiempo completo en abridor.
Hernández ha sido un as, a partir de entonces. En 8 presentaciones ha recorrido 48.1 innings, con 1.68 de efectividad. Tiene registro de 5-0 en ese período. En un equipo aquejado por falta de brazos dominantes, los rivales apenas le han bateado para .192 y ya nada parece amenazar su lugar en el staff el año próximo.
Luis García, Astros
Los Astros de Houston comenzaron la zafra entre los grandes favoritos, pero las lesiones devastaron uno de sus puntos más fuertes: la rotación.
Justin Verlander se recuperaba de la Cirugía Tommy John, sin perspectivas de poder reaparecer antes de la venidera justa, cuando se lesionó el dominicano Framber Valdez. Y luego cayó el mexicano José Urquidy. El veterano piloto Dusty Baker tuvo que echar mano a otros lanzadores y se decidió por Luis Heibardo García.
A García lo conocía bien, porque su estreno en el torneo pasado había sido prometedor. Le estaba usando como relevista intermedio y se propuso darle una apertura de emergencia. Y luego dos. Y luego tres.
El derecho se atornilló en el grupo de iniciadores. Llegó a ser el pitcher de largo aliento con mejor efectividad entre los texanos. Cerró la primera mitad con 3.06 de promedio y no ha dejado de repartir ponches. En 139 entradas acumula 158 abanicados, con tan solo 42 bases por bolas.
García tiene una efectividada justada de 129. Ha sido un monticulista 29 por ciento superior a la media de la Gran Carpa desde que se estrenó arriba. Y eso, aunque apenas está en su segundo torneo.
Ranger Suárez, Filis
Ranger Suárez fue un prospecto que se hizo relevista al llegar a Filadelfia, a quien la pandemia impidió mostrarse mucho en 2020 y que este año ha venido ha ser el bálsamo que cura todos los males del manager Joe Girardi.
Comenzó como relevista intermedio, tras pasar unos días en Triple A. Y hasta el 9 de junio enseñaba una efectividad perfecta de 0.00, con casi un ponche propinado por episodio. Los contrarios le bateaban para .090 de average. Más dominio parecía casi imposible.
Girardi lo probó entonces como cerrador a tiempo completo y en julio salvó 4 encuentros, con 1.59 de promedio. Y cuando parecía que se convertiría en la solución definitiva para el sufrido noveno tramo de los Filis, el estratega cambió repentinamente de planes y lo envió a la rotación.
Suárez ha sido para los cuáqueros como su compatriota Hernández para los Reales. Es el número uno entre lo abridores de su club desde que fue movido a ese rol. A partir del 28 de agosto subió 8 veces al morrito. En ese trecho apenas permitió 7 carreras y ningún jonrón. Su efectividad fue de 1.67 y tiene 1.38 de manera global.
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Otros brazos jóvenes con gran talento, salidos de Venezuela, se han exhibido en esta temporada. Las lesiones han limitado a Pablo López y a Eliéser Hernández, pero son dos de lo pitchers que ya tienen un lugar ganado con los Marlins de Miami. Jesús Luzardo –nacido en Perú, de padres venezolanos– empieza a dar frutos con los propios Marlins. Adbert Alzolay ha tenido momentos de brillo con los Cachorros de Chicago y José Suárez ha empezado a bordar salidas estupendas con los Ángeles de Los Ángeles.
Serpentineros con mayor experiencia, como Carlos Carrasco, Eduardo Rodríguez y Germán Márquez, fueron ocupando en su momento los espacios que Santana, el Rey Félix y Sánchez fueron dejando vacantes. Pero una nueva generación de lanzadores está irrumpiendo en la expedición Vinotinto en la MLB. Y Hernández, García y Suárez marcan el camino, con la esperanza de convertirse en los nuevos ases de su país.
Por Ignacio Serrano
Publicado en El Tiempo Latino, de Washington, y El Planeta, de Boston, el sábado 11 de septiembre de 2021. Aquí el original.
