La poderosa artillería de los Astros de Houston encontró una enorme pared encabezada por el as Ian Anderson. El pitcheo de los Bravos de Atlanta fue verdaderamente implacable en el tercer juego de la Serie Mundial para tomar ventaja 2 a 1 en el duelo.
Los escopeteros indígenas estuvieron a seis outs de completar el segundo juego sin hits ni carreras en la historia de esa instancia.
Un hit del cubano Aledmys Díaz, en la octava entrada, impidió que el cuerpo de pitchers de Brian Snitker se uniera al legendario Don Larsen, único serpentinero en lograr tal gesta en esta fase del torneo.
El abridor Ian Anderson tiró cinco entradas magníficas, no recibió imparables, apenas concedió tres boletos fusiló a cuatro. Sus relevistas encabezados por A.J Minter, Luke Jackson, Tyler Matzek y Will Smith se encargaron se cerrarle la puerta a los siderales.
Los bomberos de Atlanta se combinaron para trabajar cuatro capítulos de dos imparables, con 3 ponches y ningún pasaporte.
Los dueños del Truist Park solo necesitaron un par de batazos para sentenciar el compromiso.
La tercera entrada comenzó con Eddie Rosario recibiendo boleto, escoltado por un sencillo de Freddie Freeman. El candidato a Jugador Más Valioso de la Liga Nacional, Austin Riley, abrió el marcador al pegarle un doble al venezolano Luis García.
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El pitcher guayanés pudo salir del atolladero, pero sus rivales pusieron la guinda al pastel con jonrón de Travis d’Arnaud que puso la pizarra 2 por 0, el cual fue el resultado final.
García se convirtió en el quinto venezolano en abrir un encuentro de Serie Mundial, pero solo pudo trabajar 3.2 capítulos, luego de encajar una rayita, tres hits y conceder cuatro boletos. El derecho, quien perdió el compromiso, ponchó a cinco en su estreno en el Clásico de Otoño.
Por Marcos Grunfeld
