Pareciera que no es exagerado decir que el estadounidense Cody Bellinger salvó la temporada de los Dodgers de Los Ángeles. Los Bravos de Atlanta estaban a solo cuatro outs para arrinconar a los californianos en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional, pero la realidad ahora es otra.
El inicialista golpeó un jonrón en el cierre de la octava entrada después de que Will Smith y A.J Pollock dispararan sendos cohetes. El bambinazo igualó las acciones a cinco y dejó la mesa servida para que Chris Taylor y Mookie Betts sentenciaran al club de Brian Snitker.
«No puedo estar más feliz por él”, celebró el mánager Dave Roberts. “Es difícil imaginar un hit más grande».
Es una tremenda afirmación por parte del timonel de los esquivadores que fue parte del roster de los Medias Rojas de Boston en la Serie de Campeonato de la Liga Americana en 2004. En aquella ocasión varios imparables de David Ortiz ayudaron a los patirrojos a concretar el regreso más apoteósico que ha vivido el béisbol.
«Estoy agradecido por esos hits de David», reconoció entre risas el ahora estratega después que los periodistas le recordaran aquellos episodios contra los Yanquis de Nueva York. «Pero aquí teníamos el agua hasta el cuello y casi con la serie 3 a 0».
«Vino Luke (Jackson) con rectas de 97 millas por hora», analizó el timonel. «Y él dio un jonrón que dio la vuelta al juego. Fue un hit enorme y necesitábamos esto”.
Bellinger descifró una recta alta que tiró Jackson a 95 millas y la mandó a las gradas para empatar las acciones. Ese fue su primer bambinazo desde el 29 de septiembre y apenas el segundo desde el 12 de agosto.
“Estoy contento de haber empatado el juego en ese momento», celebró el bateador zurdo. «Y darle la oportunidad al equipo de ganar”.
El primera base fue sucedido por un sencillo de Chris Taylor, quien se estafó la segunda base, y Mookie Betts destrabó la paridad con un doblete.
“Un hit así puede cambiar las cosas y devolver la energía al dugout”, sentenció el infielder y héroe de la velada. “Solo quería ayuda a mi equipo a ganar”.
“Es difícil relajarse en un momento así y conseguir un buen pitcheo para batear», continuó el jardinero al terminar el compromiso. «El batazo de Cody Bellinger fue un sinónimo de alivio y la energía se volvió contagiosa. Eso ayudó a que todo ocurriera».
Fue un momento súper importante para los Dodgers porque en cuestión de minutos cambiaron la realidad de una serie que pudo haber estado prácticamente decidida. También fue una reivindicación para Cody Bellinger que tuvo un terrible desempeño en la ronda eliminatoria con .165/.240/.302 y apenas 10 jonrones.
Números muy discretos para quien fuera el MVP del viejo circuito hace apenas dos años.
“Esto lo hará mejor y mostrar más su carácter», analizó Roberts. «Él sigue creciendo y madurando”.
LEE TAMBIÉN:
Brian Snitker: «Ya hemos perdido juegos difíciles antes»
Los Dodgers siguen abajo en el combate, pero tendrán la oportunidad de igualar el duelo con los Bravos en la jornada del miércoles y darle un matiz diferente a la serie, si lo consiguen.
“Una de nuestras fortalezas es que no nos enfocamos en el ayer, sino en el ahora”, concluyó Betts. «Pero ya el juego de hoy terminó, ahora toda enfocarse en mañana”.
Por Marcos Grunfeld
