ATLANTA, Georgia.– Corey Knebel abrió por segundo juego consecutivo y cedió una carrera en la primera entrada por un lanzamiento descontrolado que rozó la punta del guante del receptor Will Smith.
El derecho Phil Bickford sacó cuatro outs en la segunda y tercera. El zurdo Justin Bruihl ponchó a los tres bateadores que enfrentó.
Tony Gonsolin lanzó un poco más, permitiendo una carrera en 1.2 entradas. Y el zurdo Alex Vesia completó el camino del bullpen con un sexto sin anotaciones.
«Evitamos carreras toda la noche», dijo Roberts.
Incluso hasta con Kenley Jansen en la octava entrada, cuando Robert lo trajo antes de darle paso Blake Treinen.
Roberts reiteró que Jansen es el cerrador de los Dodgers, pero pensó que era más adecuado para los enfrentamientos en la octava entrada.
«No hay decepción», admitió un enfático Dave Roberts
Jansen se enfrentó a Dansby Swanson, el bateador emergente Ehire Adrianze y el primer bate Eddie Rosario llegaron al plato y los sacó con ocho lanzamientos.
Treinen, no pudo responder lo mismo en el noveno. Permitiendo un sencillo a Albies, quien luego se robó el segundo y anotó con el hit de Riley.
«Eso es como el factor X», aseguró Roberts. “Porque creo que con el béisbol, simplemente no sabes quién será el mejor equipo ese día.
Roberts decidió que con relevista consiguiendo los primeros tres outs era su mejor camino para comenzar un juego que dependería del bullpen.
Max Scherzer habría comenzado el sábado, si no hubiera cerrado el jueves, pero los Dodgers decidieron darle a Scherzer un día extra de descanso.
El plan de pitcheo a retazos en el juego del bullpen y tener a Scherzer para el juego del domingo los deja con posibilidades de ganar y empatar la serie.
Roberts sabe que los Dodgers no le ganaran a los Bravos, así tan fácil. No llegaron a la postemporada por una carta de invitación de la oficina de la Liga.
Cumplió con la larga tradición del béisbol de no ofrecer garantías. Pero la mentalidad que describió es precisamente la razón por la que su equipo derrotará a los Bravos.
Los Dodgers se enfrentan a unos Bravos de 88 victorias después de un enfrentamiento de eliminación contra los Gigantes de San Francisco de 107 victorias que se decidió en la última entrada de una serie de cinco juegos.
Después de los Juegos 1 y 2 del sábado y domingo, la serie se trasladará para los próximos tres juegos a Los Ángeles, donde la serie debería terminar.
Si estuvieran en la División Oeste de la Liga Nacional, los bravos habrían terminado a 18.5 juegos del primer lugar.
Si estuvieran en la División Central de la Liga Nacional, habrían terminado en tercer lugar detrás de los Cerveceros de Milwaukee y los Cardenales de San Luis.
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