Los Bravos de Atlanta tenían récord negativo en la temporada regular de las Grandes Ligas hace apenas dos meses. Este martes, todos sus jugadores, cuerpo técnico, liderado por Brian Snitker, trainers y todo su personal salieron a darse un abrazo en el medio de la lomita del Minute Maid Park.
Los integrantes del dugout indígena celebraron su primer título de la Serie Mundial después de 26 años.
“Esta es la mejor sensación del mundo”, celebró el experimentado piloto después de recibir el Trofeo del Comisionado. «Nos mantuvimos consistentes, jugamos como debimos hacerlo y nos dimos la oportunidad de estar aquí esta noche».
Los ahora campeones tuvieron un verano complicado después de una de sus máximas figuras sufriera una lesión. El jardinero Ronald Acuña Jr. se lastimó una rodilla mientras hacía una jugada en el Marlins Park y requirió una cirugía que le impidió jugar en el resto del torneo.
Un poco antes de eso, el dominicano Marcell Ozuna fue arrestado después de que la policía lo observara intentando golpear a su esposa.
«Pudimos sobreponernos a todo eso», agregó el reinante MVP Freddie Freeman. «Este año enfrentamos muchas cosas, pero trabajamos duro y hoy 2 de noviembre somos campeones”.
Las consecuencias de las ausencias fueron catastróficas y el 4 de agosto tenían récord negativo. Los Bravos estaban ese día en el tercer puesto de la División Este de la Liga Nacional a 3.5 juegos del líder. Un día más tarde comenzaron a tejer lo que fue un buen momento que se tradujo en 14 victorias en 16 compromisos, incluyendo una racha de nueve triunfos consecutivos.
«Estos muchachos no se dieron por vencidos», reflexionó Snitker. «Nunca dejaron de creer en ellos. Estoy orgulloso de este equipo».
La gerencia de la novena del Tomahawk tuvo que rehacer a todo su outfield para enfrentar la recta final. Es así como el boricua Eddie Rosario y el cubano Jorge Soler llegaron a través de sendos cambalaches. También lo hicieron Joc Pederson y Adam Duvall. Esas transacciones resultaron claves para levantar el trofeo, este martes.
Rosario fue el Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato y Soler lo emuló para convertirse en el segundo cubano en obtener ese galardón en la Serie Mundial.
“Estoy muy emocionado por estar aquí», festejó el antillano. «Y ser el segundo cubano en ganar esto”.
El patrullero soltó un jonrón con dos compañeros a bordo para abrir el marcador en la tercera entrada del sexto partido del Clásico de Otoño. Lo hizo ante el venezolano Luis García que fue el derrotado en la jornada del martes.
“Ya me había lanzado todo su repertorio», confesó el guardabosques. «Se le quedó la slider en el medio y pude sacarla”.
LEE TAMBIÉN:
«Cleveland no me ha puesto restricciones», dice el prospecto Brayan Rocchio
Soler concluyó la Serie Mundial con .300 de promedio después de disparar seis cohetes en 20 turnos, con tres bambinazos, un doble y seis fletadas.
“Estuvimos esperando este título mucho tiempo», concluyó Freeman. «Y finalmente lo logramos. Esto es un sueño”.
Por Marcos Grunfeld