David Ortiz entrará a las papeletas de las votaciones para el Salón de la Fama de Cooperstown una semana después de ser ingresado al Pabellón de la Fama Dominicano.
“Es un honor, la actividad del domingo que viene. Ojalá se dé bien, gracias a todo el que tenga que ver con el Salón de la Fama de la República Dominicana, es más que un honor ser parte” dijo Ortiz al conversar con Dionisio Soldevila, editor deportivo de Diario Libre.
En la República Dominicana, será exaltado el domingo al Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, en una ceremonia en la que estarán incluidos Félix Sánchez y Gabriel Mercedes, dos glorias del deporte olímpico criollo, así como Julián Tavárez y otros.
Ortiz, quien entra junto a Alex Rodríguez a las boletas de selección para el Salón de la Fama el próximo 22 de noviembre. Solo está a la espera de que llegue el momento.
“En espera. Ya yo hice mi diligencia y ahora (estoy) esperando que pase lo que tenga que pasar”, manifestó el dominicano.
Recordó que los jugadores tienen su oportunidad de entrar al Salón de la Fama por su desempeño en el terreno de juego durante su carrera. Pero que ahora después de cinco años del retiro les toca a los de la Asociación de Escritores de Beisbol de America.
“El objetivo no es el tiempo. Es que uno pertenezca a un grupo élite en determinado momento y que reconozcan el trabajo que hiciste durante tu carrera”
La mayor parte de su carrera, David jugó como bateador designado, en su 20 temporadas, desde el 1997 al 2002 con los Mellizos y los Medias Rojas , y terminó su caminó por las mayores con 541 jonrones, 1768 empujadas, 632 dobles, 2472 hits en 8640 turnos oficiales para un promedio de por vida de .286.
El Big Papi Ortiz busca convertirse en el cuarto dominicano en ingresar a Cooperstown, en donde lo esperan Juan Marichal, Pedro Martínez y Vladimir Guerrero.
“ Unos se toman más tiempo que otros, pero lo importante no es el tiempo sino entrar y que se reconozca la labor que uno hace”, manifestó.
Solo Martínez ha logrado su ingreso en la primera vuelta, Marichal esperó cinco años, Guerrero, dos.
Con relación a las posibilidades de entrar en su primer año de elegibilidad, y respondiendo a la pregunta directa de Dionisio Soldevila, miró hacia arriba y respondió, mirándolo a los ojos.
“Yo entiendo que sí, ¿tú qué crees?”, dijo.
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