El jueves habrá un paro laboral en las Grandes Ligas por primera vez en casi tres décadas al menos que ocurra un milagro. Los dueños de los 30 equipos y los jugadores han logrado una paz, a pesar de las recientes tensiones, desde 1994.
Esa armonía está por acabarse.
Todas las transacciones que involucren a peloteros en los rosters de 40 jugadores quedarán en el congelador. Eso será hasta que ambas partes lleguen a un trato nuevo.
Las dos partes rigen sus acuerdos por el contrato colectivo que la mayoría de las empresas tienen con sus empleados. El pacto vence el 1° de diciembre a las 11:59 pm. En caso que no haya un nuevo instrumento firmado para esa fecha ningún equipo de Las Mayores podrá hacer ningún movimiento que involucre a personal inscrito en las nóminas de la gran carpa.
«Nosotros sentimos que el juego no está operando como debería», dijo el relevista Andrew Miller a The Athletic. «La única manera de cambiarlo es mediante el acuerdo colectivo».
El portal The Athletic recogió las primeras impresiones que se conocen de los jugadores de las Grandes Ligas que están involucrados en la negociación. El comisionado Rob Manfred también ha sido discreto en dar declaraciones durante el proceso. Todo este momento es importante porque puede haber un cambio abismal en cómo se desarrolla el béisbol.
La forma como está estructurada la agencia libre, el bateador designado en la Liga Nacional, el tiempo de servicio de los peloteros, la conquista de incentivos para los novatos e incluso el sistema del proceso de firmas internacional mediante un draft está en juego en estas negociaciones.
«Nosotros queremos hacer cambios que incentiven la competencia», explicó Bruce Meyer al portal citado. «Queremos preservar los principios fundamentales del mercado».
Es la primera vez que Meyer habla públicamente en recientes semanas. El litigante es la pieza clave que contrató la Asociación de Peloteros de la MLB para las discusiones con los equipos.
«Nuestra meta es que los peloteros sean compensados de mejor manera en sus inicios», agregó. «Y queremos eliminar las normas que promueven la no competencia».
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La entrevista realizada por el periodista Evan Drellich explica que en ese sentido se han hecho propuestas que modifiquen el orden de la elección en el draft colegial. El sorteo que elige a los mejores reclutas de Estados Unidos, Puerto Rico y Canadá se hace en el orden en el que terminan los equipos en la zafra anterior de peor a mejor.
Los jugadores de las Grandes Ligas también buscan que el impuesto al lujo sea aumentado para incentivar la inversión en la agencia libre.
Esas peticiones son complejas en una negociación complicada y el tiempo apremia para ambas partes que tienen apenas cuatro días. En caso contrario se acabará la paz que el béisbol ha logrado mantener por 26 años.
Por Marcos Grunfeld