El derecho Jackson Stephens, el pitcher que comenzó la temporada como el relevista comodín de manager Carlos Mendoza, se despidió este domingo de la LVBP con otra estupenda actuación que le deja a las puertas de ganar el Premio Carrao Bracho al Pitcher de Año.
Stephens no lanzará más en la campaña 2021-2022, luego de esta salida ante los Navegantes del Magallanes. Motivos familiares le apartan del Cardenales de Lara, en una despedida que estaba pautada con antelación. Su acuerdo estipulaba que no se quedaría para los playoffs.
Será una pérdida que sin duda echarán de menos los alados.
Stephens se va con registro de 6-3 en 14 incursiones, 9 de ellas como abridor. Terminó con 1.82 de efectividad, 44 ponches en 49.1 innings, solo 10 bases por bolas y 1.24 de WHIP.
Todo eso lo logró en un campeonato donde el promedio de carreras limpias global en la LVBP supera los 5.00 puntos. Su efectividad ajustada es superior a 200, si se calcula grosso modo.
El derecho fue mucho más de lo que esperaban los alados, probablemente.
Stephens fue contratado para llenar el vacío del experimentado zurdo Logan Darnell, cuyo bajón en la pasada recta final motivó a la gerencia a buscar alternativas para el staff.
Grandeliga hasta 2018, el estadounidense se encontraba en México cuando fue contactado para sumarse a la LVBP.
Ahora es el más firme candidato al Pitcher de Año de la 2021-2022.
Yoimer Camacho (Leones del Caracas) escolta a Stephens con 3.23 de efectividad, una brecha de más de una carrera limpia. Erick Leal (Navegantes del Magallanes) es tercero con 3.72. No hay más serpentineros por debajo de 4.00 en la ronda regular, lo que realza lo hecho por el norteamericano a su paso por e circuito.
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Stephens dice adiós con un boleto de regreso. Se espera que su vuelta para la 2022-2023 sea prioridad de la oficina cardenalera.
Lara tendrá que buscar un abridor en el Caribe o en el Draft de Sustituciones y Adiciones que se realizará antes del Round Robin semifinal.
Por Ignacio Serrano