Cardenales de Lara y Caribes de Anzoátegui, los últimos finalistas de la LVBP, jugarán todos sus encuentros de esta semana con la amenaza de un warning en cada juego y severas suspensiones, en caso de ocurrir nuevas peleas entre ellos.
Miguel Hernández, coordinador de arbitraje de la liga, se reunió con ambos managers este lunes, para explicarles las condiciones que normarán durante las dos series.
Carlos Mendoza, de los pájaros rojos, y Mike Álvarez, de la tribu, fueron advertidos. Y el umpire principal, Robert Moreno, hizo la señal a ambos dugouts antes de la voz de playball.
Cardenales y Caribes chocarán cuatro veces hasta el domingo. Los dos primeros topes se celebrarán en el Antonio Herrera Gutiérrez de Barquisimeto, lunes y martes. Los siguientes se llevarán a cabo en Puerto La Cruz, sábado y domingo.
El público larense tiene muy clara la razón de tanta cautela por parte de la LVBP. Tanto como lo tienen en ambas cuevas.
El grandeliga Willians Astudillo recibió un sonoro abucheo cada vez que fue a batear delante de los casi 7.000 aficionads que asistieron al parque crespuscular. Fue él quien golpeó a Luis Madero con un puñetazo que le lanzó al pitcher cuando éste se encontraba de espalda, durante una tángana en el mismo escenario.
Madero, Tomás Telis y el capitán de los orientales, Niuman Romero, también fueron protagonistas de aquella gresca, que comenzó cuando el serpentinero dio un pelotazo a Telis.
«La instrucción de la liga es iniciar cada juego de la serie bajo warning», explicó Hernández, contactado por El Emergente. «Y se les informó que de suceder algo habrá sanciones».
SEVEROS CASTIGOS
Cualquier pelotero de Cardenales o Caribes que sea considerado agresor o buscapleitos será expusado del encuentro.
Las expulsiones serán evaluadas bajo la consideración de sacar de los playoffs a quienes pasen la línea trazada por la LVBP, añadió Hernández.
«Se les advirtió que no se arriesguen a que eso suceda y perjudiquen a sus equipos», subrayó el antiguo árbitro.
Como medida adicional, la liga ordenó que ante cualquier pelotazo se proceda como en las Grandes Ligas. No habrá expulsión inmediata, sino una reunión de los cuatro umpires, para precisar a su criterio si se trató de un pitcheo intencional».
BAJANDO LA TENSIÓN
Tanto Cardenales como Caribes tienen clara la necesidad de quitarle presión al enfrentamiento. O al menos, sí la tienen en ambas oficinas, pues las redes oficiales de larenses y orientales intercambiaron mensajes de deportividad.
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Crepusculares y aborígenes podrían llegar a jugar hasta 11 veces en poco más de dos semanas, en caso de llegar a ser los finalistas.
Las pasadas dos finales han sido protagonizadas por Cardenales y Caribes, con una corona por bando.
Por Ignacio Serrano