Los Marineros de Seattle le dieron un bono de 1,225 millones de dólares a Juan Querecuto Jr. en 2017, con la convicción de que para 2022 ya debería estar tocando las puertas de las Grandes Ligas. Era un campocorto de gran talento, que ahora buscará llegar a las Mayores como lanzador.
Querecuto no defenderá el short stop este año, informó el diario Seattle Times. En cambio, fue enviado a Arizona esta semana, para cumplir con un programa intenso de pitcheo.
En 2018 llegó a estar rankeado como el décimo mejor propecto de su escuadra, de acuerdo con el portal MyNorthwest.com. Y todavía le ven como un talento especial. Pero ya no más como bateador.
El tercer miembro de una familia larense de peloteros sigue siendo dueño de un brazo privilegiado. Pero en la organización tiraron la toalla con su ofensiva. No es mucho lo que ha jugado, porque en 2020 no hubo acción en las Ligas Menores debido a la pandemia y perdió 2019 debido al desgarre de un menisco. Pero, ya con 21 años de edad, al parecer no esperan que desarrolle mayor poder.
DATO. Juan Querecuto Jr. deja promedios de .236/.332/.308 con el madero en las distintas categorías donde jugó. Fueron solo 107 juegos entre Novatos y Clase A media.
Querecuto estará a prueba en el complejo de los Marineros en Arizona, hasta el 14 de febrero. Por esas fechas está previsto el inicio del Spring Training y en abril iría a su primera campaña como pitcher, si lo consideran listo para la prueba.
El nativo de Barquisimeto seguirá el camino de otros que han hecho la misma conversión, algunos con éxito.
El receptor José Ruiz fue transformado en pitcher por los Padres de San Diego y un año después llegó al Big Show, en 2017. Desde entonces tiene cinco torneos de experiencia arriba. En 2021 dejó 3.05 de efectividad en 59 juegos como relevista de los Medias Blancas de Chicago.
Querecuto era agente libre en la LVBP y meses atrás finalmente firmó con Cardenales de Lara, el equipo donde jugó su padre Juan y donde milita su hermano Juniel. No ha debutado con los pájaros rojos.
Forma parte de esa segunda generación de antiguas estrellas de la divisa.
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Elvis Escobar es otro miembro del Cardenales que debió dejar los bates para convertirse en lanzador, mientras perseguía el sueño de la MLB.
El ex jardinero ya tiene cuatro campañas como pitcher para Lara. Y aunque en esta última ronda eliminatoria tuvo 5.62 de efectividad en 20 relevos, en playoffs de por vida mantiene 0.00 en 8 presentaciones.
Por Ignacio Serrano
Rafael Betancourt también comenzó su carrera profesional como SS y luego fue convertido en lanzador, obteniendo muy buena carrera con Colorado en GL.