Por Marcos Grunfeld
En los Yanquis de Nueva York había un silencio sepulcral hasta hace uno días con un montón de interrogantes. La principal duda del elenco de Aaron Boone era quién iba a encargarse del campocorto después de que Gleyber Torres fuera mudado a la intermedia. Mientras la inquietud persistía, los demás clubes se movían adquiriendo a Isiah Kiner-Falefa, José Iglesias y Andrelton Simmons. Ellos eran tres candidatos que podían llenar esa vacante en la Gran Manzana.
El elegido fue el primero, quien apenas duró 24 horas en Minnesota, después de ser adquirido por los Mellizos a cambio del catcher Mitch Garver. Esa relación no tuvo una larga duración e inmediatamente el gerente Brian Cashman le propuso un cambalache al club de Rocco Baldelli para adquirir los servicios del ganador del Guante de Oro. Eso a cambio del receptor dominicano Gary Sánchez y del colombiano Gio Urshela.
En un solo golpe hubo reestructuración de gran parte del infield de los neoyorquinos que ahora cuenta con Josh Donaldson, Kiner-Falefa, Torres, D.J. LeMahieu, Anthony Rizzo y Luke Voit.
La interrogante ahora es quién ocupará cada lugar y cuál será el destino del venezolano.
«Ahora hay un montón de infielders, incluyendo a dos peloteros que pueden defender la primera base y un ganador del Guante de Oro en la intermedia, cuyo valor es de 90 millones de dólares», escribió el periodista David Lennon en su columna en Newsday. «Lo más probable es que Voit sea la pieza prescindible. Pero él por si solo no es un jugador por el cual van a adquirir a un pitcher de primera línea».
El columnista se atrevió a especular que Gleyber Torres también puede estar hilando fino y se puede convertir en una pieza que los neoyorquinos puedan ceder para reforzar otras áreas. Eso considerando también el bajón ofensivo que ha tenido el caraqueño en las dos últimas contiendas. Aunque en otro escenario, hay que considerar que Donaldson tiene un amplio historial de lesiones. Ello puede ocasionar que la presencia de un quinto infielder para rotarse en distintas posiciones es algo que hay que evaluar.
En todo caso, el bateador derecho está trabajando con Dillon Lawson, su nuevo coach de bateo, para recuperar la ofensiva que mostró en 2018 y 2019.
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«No golpeé muchos elevados en la temporada pasada», le comentó el también caraquista el New York Post. «Di muchos rodados».
La gran pregunta ahora es si podrá demostrar que está de regreso con los Yanquis o, en cambio, sus horas allí están contadas.
(Marcos Grunfeld)
¿Cuál será su destino?