Por Marcos Grunfeld
El valenciano Eduardo Rodríguez se reencontró con quien solía ser su archirrival cuando militaba en los Medias Rojas de Boston. Los Yanquis de Nueva York visitaron a los Tigres de Detroit en el Comerica Park y volvieron a triunfar por segunda noche consecutiva con pizarra de 5 por 3. El zurdo se fue sin decisión y mejoró con respecto a su salida previa.
El venezolano solo tuvo problemas serios en el tercer capítulo porque antes de eso retiró a seis de siete rivales que enfrentó. En el tercer acto encajó un doble de Isiah Kiner-Falefa y caminó al receptor Kyle Higashioka. En esa situación, el astro Aaron Judge pegó un tubey para fletar al campocorto y luego el catcher pisó el plato con un rodado de Anthony Rizzo.
«Creo que lanzó bien», expresó el mánager A.J. Hinch ante Bally Sports. «El hit que le dieron en 0 y 2 comenzó un espiral, pero pudo controlar el inning a pesar de conceder dos carreras. Hoy la noche estuvo fría y tuvo un rival formidable que él ha enfrentado bastante en su carrera. Lanzó bien y me siento optimista con él”.
Luego de la emboscada de ese tramo, el monticulista sacó en orden a sus siguientes siete oponentes hasta que Rizzo le sacó la pelota en la sexta entrada. El embajador vinotinto completó su apertura con seis actos de tres rayitas, cuatro hits, un boleto y cinco fusilados. Ahora tiene su efectividad en 5.27 tras tres salidas.
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“Después de concluir el tercer capítulo con tantos pitcheos, fue algo positivo poder llegar hasta el sexto inning”, celebró el pitcher ante Bally Sports. “Después del cuarto episodio logré un mejor enfoque para lanzar mi cambio y lo localicé mejor. Eso es lo que me llevo de este juego para la próxima presentación”.
Lastimosamente para el escopetero su equipo no pudo producir más allá y cayeron por quinta vez en los últimos siete compromisos.
(Marcos Grunfeld)