Por Marcos Grunfeld
El camarero Gleyber Torres fue dejado en la banca por su mánager Aaron Boone antes del último juego frente a los Tigres de Detroit y en su lugar entró su compatriota Marwin González. El caraqueño no tenía hits en sus 17 turnos previos y ante el encuentro vespertino, su piloto prefirió darle descanso para ver si eso generaba una reacción.
El venezolano entró como emergente en el octavo tramo y sacudió un sencillo. Fue apenas la tercera vez que se puso en circulación desde que empezó su inconveniente con su ofensiva. En el lapso había negociado par de boletos. En todo caso, el bateador derecho no ha tenido un inicio como el que auguraba su cosecha en el Spring Training pasado.
«Está un poco apagado», admitió el estratega de los Mulos del Bronx al New York Daily News. «Creo que en su primer turno contra Eduardo Rodríguez (el miércoles) fue bueno. Casi se la conecta entre el jardín izquierdo y el central. Solo está un poco apagado en estos últimos encuentros. En la primera semana estaba haciendo buenos swings, pero no estaba obteniendo resultados. Creo que no está muy lejos de despertar porque sus prácticas de bateo han sido extraordinarias. Estoy seguro que se va a recuperar».
El embajador vinotinto generaba expectativa en los juegos de exhibición después de batear para .294/.351/.559, con tres jonrones, 5 empujadas y 5 anotadas. El infielder atendió a la prensa para decir que había hecho los ajustes necesarios en su mecánica de bateo, pero salvo en la primavera norteamericana todavía los resultados no se han visto.
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Gleyber Torres volvió a sacudir otro sencillo en la velada del viernes contra los Guardianes de Cleveland, ahora de regreso al lineup titular. Fue su único imparable en cuatro viajes al plato y amanecerá el sábado con .175 de promedio y .527 de OPS. Apenas ha dado dos dobles y la ha sacado una vez en la incipiente campaña.
(Marcos Grunfeld)