Marcos Grunfeld
El mánager A.J. Hinch decidió darle a Miguel Cabrera un día libre ante el juego vespertino que disputaron contra los Rays de Tampa Bay. Eso ocurrió justo después de que la noche anterior, el venezolano cortara una racha de siete juegos dando al menos un cohete en lo que ha sido una de sus mejores cosechas en los últimos cuatro o cinco temporadas.
No es una exageración, durante la seguidilla de siete compromisos con al menos un imparable dejó promedios de .462/.464/.769, con dos dobles, dos jonrones, cinco empujadas y cinco anotadas. En ese período también dejó 1.234 de OPS.
El aragüeño ha disputado en la quinta vuelta del año 15 compromisos y ha dado al menos un hit en 11 de ellos. En ese período batea para .316/.344/.526, con 3 bambinazos, 3 dobles, seis anotadas y nueve remolcadas. Incluso, el martes amaneció con promedio de .296, casi rozando los .300 puntos de average en la actual contienda. Su OPS en este mes es un robusto .870.
Para este análisis examinamos sus últimos 21 batazos y encontramos que al menos 10 de ellos han salido a una velocidad por encima de 94 millas por hora, según Statcast. Incluso, varios de esos tablazos han superado las 100 millas. El maracayero le está dando más duro a la pelota y eso tiene mucho que ver con su rendimiento reciente.
De hecho, si la saca una vez más del parque habrá reunido apenas por segunda vez en un mes cuatro cuadrangulares en un lapso de 30 días desde junio de 2017. Aquella vez fue la última ocasión en que solo 5 jonrones en un mes.
Eso será algo que buscará el viernes ante los Guardianes de Cleveland, pues los bengalíes descansarán el jueves.
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(Marcos Grunfeld)