Por Ignacio Serrano
El recurrente dolor en los muslos no parece detener a Ronald Acuña Jr., que este sábado regresó a lo más alto del lineup de los Bravos de Atlanta y lo hizo como más le gusta: a toda velocidad.
Acuña fue alineado como bateador designado por el manager Brian Snitker, golpeó otro hit y elevó a .304 su average. Aunque no pudo evitar que su equipo cayera 4 carreras por 1 ante los Marlins de Miami.
También recibió un pelotazo en la mano izquierda:
La estafa fue noticia en dos sentidos.
El robo es otra muestra de que Acuña juega sin limitaciones, a pesar de que esta semana perdió dos juegos debido a una distensión de grado A en un cuádriceps. Antes de eso, tuvo molestias en una corva y cumplió larga rehabilitación por una cirugía reconstructiva en la rodilla derecha. Pero él igual sigue corriendo.
Ya este viernes, al regresar como bateador emergente, se quedó jugando en el outfield. Snitker tampoco fue conservador en esa oportunidad.
Pero la almohadilla escamoteada también es notable debido a que Acuña ya tiene de 9-9. No solo no ha sido out en ninguno de sus intentos, sino que, además, se acerca al liderato en ese departamento.
El nativo de La Sabana persigue a Harrison Bader, de los Cardenales de San Luis (13 en 13 oportundades), Tommy Edman (también Cardenales, 10 en 11) y Trea Turner (Dodgers de Los Ángeles, 10 en 12).
Acuña también se dio tiempo para bromear, continuando el show que esta semana protagonizó su compatriota Jesús Aguilar. Ahora a quien le tocó fingir agresiones fue a él, con Willians Astudillo como víctima.
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(Ignacio Serrano)
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