Por Marcos Grunfeld
El jardinero David Peralta cumplió hace ocho años un improbable ascenso a las Grandes Ligas. El 1º de junio de 2014, el carabobeño se convirtió en uno de los rostros de una de las historias de perseverancia más increíbles en la historia del béisbol venezolano. Este miércoles recordó su llegada a Las Mayores en sus redes sociales y en el terreno lo celebró con su noveno doble del año, aunque fue agridulce porque los Bravos de Atlanta superaron a los Diamondbacks de Arizona con pizarra de 6 por 0.
Pero hay cosas que destacar porque el patrullero extendió a seis su actual racha de juegos dando al menos un incogible.
El valenciano ha golpeado cinco imparables en sus últimos 12 viajes al plato, incluyendo par de tubeyes. El miércoles elevó su OPS a .800, luego de un discreto comienzo con el madero. En las últimas dos semanas ha bateado un montón con .321 de promedio, .379 de OBP y un soberbio slugging de .604.
En ese lapso también tiene cuatro bambinazos, cuatro biangulares, un triple, ocho anotadas y 13 empujadas.
El resurgir del guardabosques con el madero es también importante porque después de la Serie Mundial estará probando la agencia libre por primera vez. La gerencia de los desérticos no han fijado posición si extenderán la estadía del venezolano en el elenco de Torey Lovullo más allá de 2022. A pesar de que en la última década se ha convertido en la imagen del club.
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(Marcos Grunfeld)