Por Marcos Grunfeld
El legendario Miguel Cabrera solo tuvo que esperar dos noches para seguir avanzando en el listado de peloteros con más imparables en la historia del béisbol. El bateador designado de los Tigres de Detroit volvió a conectar otro sencillo en la víspera del fin de semana y ahora solo 21 hits lo separan del inmortal Rod Carew.
El ex artillero panameño se ubica en el puesto 29, el cual es la próxima meta del bateador aragüeño.
Los Tigres de Detroit, sin embargo, vivieron una jornada agria después de ser vapuleados y blanqueados por los Yanquis de Nueva York, el viernes. Los bengalíes cayeron con pizarra de 13 por 0 y el hit del maracayero fue apenas uno de los tres incogibles que pudieron conectar los felinos en la velada ante un intratable Gerrit Cole, quien ponchó a nueve en siete capítulos de labor.
De hecho, el as de los Mulos del Bronx llegó a retirar a 20 rivales en fila y rozó con el Juego Perfecto hasta la séptima entrada. Solo le faltaron siete outs para completar la faena.
El embajador vinotinto fue uno de los que pudo descifrarle después de que el infielder Jonathan Schoop le rompiera la magia al monticulista. Después de ese indiscutible, vino el inatrapable de Miguel Cabrera que, como cosa rara, también fue a la banda contraria.
Además, sucedió un hecho que se puede resaltar porque los rayados sacaron al venezolano al llegar a primera base y fue sustituido por Kody Clemens, hijo del recordado Roger Clemens, a quien Cabrera le conectó uno de los jonrones más recordados en la Serie Mundial de 2003.
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(Marcos Grunfeld)