Por Johnny Villarroel
David Ortiz, Jim Kaat, Tony Oliva, Bud Fowler, Orestes «Minnie» Miñoso, Gil Hodges y Buck O’Neil fueron inmortalizados al Salón de la Fama en Cooperstown, en ceremonia que contó con la asistencia de jugadores estrellas y gran cantidad de aficionados que llenaron las instalaciones en Nueva York.
“Aún sigo sin poder creerlo. Esto ha sido un sueño hecho realidad”, dijo el dominicano Ortiz de 46 años que acumuló 541 jonrones en 20 temporadas en las Grandes Ligas y fue clave para que los Medias Rojas ganasen tres campeonatos de la Serie Mundial.
Cuando subió a la tarima en una soleada tarde, Ortiz apuntó hacia el cielo, el mismo gesto para sus momentos especiales y rindió tributo a su extinta madre que falleció hace dos décadas en un accidente automovilístico.
El toletero Ortiz sigue los pasos de Juan Marichal, Pedro Martínez y Vladimir Guerrero, los otros dominicanos en el Salón de la Fama. Fue apenas el 58vo pelotero seleccionado en su primer año de elegibilidad.
JUNTO A DOS CUBANOS
El lanzador de los Mellizos de Minnesota Jim Kaat, quien estuvo 25 años en Las Mayores ente 1959 y 1983, período en el que ponchó a 2.461 contrarios, fue exaltado por el comité de veteranos de Cooperstown. «Es muy especial porque tenía el Salón de la Fama en mi espejo retrovisor», dijo.
Orestes «Minnie» Miñoso y Tony Oliva ya son oficialmente miembros del Salón de Fama. Con ellos ya son siete los cubanos (seis jugadores y un narrador) que han sido exaltados al Templo de los Inmortales. El jardinero Miñoso falleció el 1 de marzo de 2015.
Con los Medias Blancas de Chicago, entre 1951 y 1957, lideró la liga en triples en tres ocasiones, anotó 100 o más carreras cuatro veces y registró más de 100 carreras impulsadas en tres ocasiones.
Oliva, por su parte, en su primer año (1964) con los Mellizos, se ganó el reconocimiento como Novato del Año de la Liga Americana tras liderar toda la liga con un promedio de .323, con 32 jonrones y 94 carreras impulsadas.
Dominó la liga con su gran juego hasta 1971, cuando una lesión mermó para siempre su carrera. Se retiró después de la temporada de 1976.
FOWLER, HODGES Y O’NEIL
Sobre Bud Fowler, el primer nacido en Cooperstown que ha sido elevado al Salón de la Fama, dijeron que: «Durante 16 años fue lanzador y durante 12 años segunda base, y nunca usó un guante, tomando todo lo que se le presentaba con las manos desnudas», escribió el Berkshire Eagle en 1909.
Gil Hodges, quien jugó en primera base y los jardines de los Dodgers entre 1943 y 1961 y después finalizó su carrera con los Mets de Nueva York, también recibió el llamado de la historia. En 18 campañas en las Grandes Ligas dio 370 cuadrangulares.
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(Johnny Villarroel)