Por Marcos Grunfeld
El segunda base de los Astros de Houston demostró su juego caribe este fin de semana ante los Marineros de Seattle. La guinda al pastel fue este domingo cuando se vengó de un tremendo susto que pasó en el inicio del juego. El lanzador George Kirby le pegó un pelotazo cerca de la cabeza al camarero que después llegó a tercera base con sencillo de Yuli Gurriel. El cubano y el venezolano se confabularon para tramar un doble robo y así empezar el ataque de los siderales.
Fue la primera vez en ocho años, y la tercera vez en su carrera, que el nativo de Puerto Cabello se estafó el home en un juego de las Grandes Ligas.
«Ese primer pitcheo a Altuve no estaba en los libros», admitió el slugger antillano Yordan Álvarez, consultado después del juego por Mark Berman. «De mi parte, no lo vi para nada de forma positiva. Pero este fue un gran juego, sabíamos que no podíamos perder hoy, luego de haberlo hecho ayer».
Las tres veces que el infielder se ha robado el plato ha sido con el mismo guión, confabulándose con el corredor de la inicial, para engañar al receptor rival y así aprovechar para anotar en carrera.
Además, es el quinto pelotero de su país con tal cantidad de escamoteadas a la caja registradora junto con Elvis Andrus, César Tovar, Omar Vizquel y Andrés Galarraga.
Esa fue la segunda vez que José Altuve se aprovechó de una pifia mental de sus adversarios de este fin de semana. El sábado pegó un cohete a su banda contraria y el jardinero derecho de los nautas hizo un tiro flojo al cortador. Eso lo aprovechó el embajador vinotinto para quedarse con el segundo cojín de manera muy astuta.
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(Marcos Grunfeld)