Por Marcos Grunfeld
Ha sido una primera mitad de temporada bastante especial para el bateador designado Miguel Cabrera con los Tigres de Detroit. El logro que viene a la cabeza es haber conseguido convertirse en el primer venezolano en dar 3.000 imparables en la historia de la MLB. Pero, además, el buen contacto con el madero que lo caracterizó durante tantos años y le sirvió para ganar cuatro títulos de bateo ha regresado.
Es apenas la segunda vez desde 2017 que el aragüeño supera la barrera de los 80 imparables en la primera mitad de la contienda. Solo en 2019 había registrado mejores números después de terminar con .303/.367/.398 y 86 hits en sus primeros 80 compromisos del año.
No es un secreto que el venezolano ha lidiado con importantes lesiones en la rodilla. Él mismo ha hablado del tema en diferentes ocasiones y es lo que causa que ya no pueda estar en el campo defendiendo la primera base de los bengalíes. También es la causa por la cual ha recibido 13 días libres en los primeros 92 días del calendario regular de 2022.
Pero el maracayero ha sabido hacer la transición, a pesar de que eso le ha costado sacrificar el número de extrabases que lo caracterizaban.
El embajador vinotinto apenas tiene 11 cohetes de más de un cojín, solo ha dado tres cuadrangulares y tiene más de dos meses que no la saca del parque. En ese lapso apenas ha dado tan solo tres tubeyes, pero ha buscado la manera de hacer ajustes para seguir ayudando a sus compañeros.
De hecho, es el jugador de su país con la racha más larga dando hits en esta contienda con 13 juegos y en el último mes batea para .289.
Incluso, hoy quizás estuviéramos resaltando el número de empujadas que acumula. Al fin de cuentas, esa es la meta, producir carreras. Pero los rayados tienen uno de los peores porcentajes de bateo de toda la liga y casi todos los imparables de Miguel Cabrera, este año, han sido sin la oportunidad de conseguir gente a bordo.
LEE TAMBIÉN:
Comienza la recta final: se abre el mercado de cambios de la MLB
(Marcos Grunfeld)