Por Marcos Grunfeld
El nombre de Francisco Álvarez ha sonado todo el año en las Grandes Ligas. Hace meses que la prensa especializada deseaba ver al mejor prospecto del béisbol uniformado en Queens, especialmente cuando el venezolano destrozaba a sus rivales en Doble A. El viernes se cumplió ese anhelo.
La gerencia de Billy Eppler sorprendió a todos el jueves al promover al venezolano a Las Mayores. Lo hizo en la víspera de la serie más importante del año para su club, contra los Bravos de Atlanta y de una vez lo alinearon como el bateador designado.
«Estaba manejando y lo primero que hice fue darle un abrazo a mis padres», celebró el receptor, entrevistado en la jornada del viernes, por SNY. «Ellos se pusieron a llorar, tuve que detener el carro y todos estábamos muy contentos»
La noticia revolucionó las redes sociales apenas surgió porque el talento que ha mostrado el embajador vinotinto, para sacar batazos de largometraje entusiasma a todos. Hubo centenares de reacciones y hasta alguien le diseñó un meme al catcher mostrando cómo salía del metro de Nueva York, camino al estadio.
Francisco Álvarez falló en sus primeros cuatro turnos contra la tropa de Brian Snitker y los Bravos ganaron el primero de la serie, para igualar la cima de la División Este de la Liga nacional. Los dos próximos encuentros podrían ser decisivos en la determinación de ese banderín.
Pero en todo caso, casi todo fue sonrisas en la llegada del recluta al equipo grande, menos su último turno donde enfrentó a Kenley Jansen con bases llenas y se ponchó.
«Solo pensaba en hacer un buen trabajo», añadió ante SNY, luego de la derrota. «No cambié nada y no pensé mucho. Solo traté de hacer lo que sé hacer».
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(Marcos Grunfeld)
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