Por Ignacio Serrano
Los Azulejos de Toronto no le vendieron pitcheos al slugger Aaron Judge. Alguien más tenía que dar un paso al frente, para que los Yanquis conquistaran este martes la división. Y ese alguien fue Gleyber Torres, que volvió a lucirse con el madero, para prender la fiesta de Nueva York.
Torres vive un septiembre en llamas. Y volvió a demostrarlo con una jornada de tres hits y tres remolques. Volvió a mejorar sus promedios y fue el héroe ofensivo de los Bombarderos del Bronx.
Judge sigue estacionado en 60 cuadrangulares, la misma cifra que Babe Ruth en 1961 y uno menos que el récord absoluto de la Liga Americana, en poder de Roger Maris. Y los aficionados que asistieron al Rogers Centre no pudieron verle hacer historia. Cinco veces fue a batear. Falló un turno. Y en los otros cuatro recibió bases por bolas.
Pero ojo, que no solo fue temor de los Azulejos. También fue disciplina de El Juez. Porque los cinco turnos llegaron a cuenta completa de 3-2.
A falta de los vuelacercas de Judge, aparecieron los inatrapables de Torres.
El caraqueño ha disputado 15 juegos a partir del 10 de septiembre. Y desde entonces ha rendido al más alto nivel. Batea de 60-25, con promedios de .417/.471/.750. Ha empujado 21 carreras, nada menos. Y en ese lapso ha sumado 10 extrabases.
Los Yanquis aseguraron el Este de la Liga Americana y tendrán un cupo en las Series Divisionales. Podrán descansar durante las Series del Wildcard. Y llegarán a los playoffs con un Torres encendido, que está haciendo recordar los no muy lejanos tiempos en que fue la sensación juvenil de Nueva York.
LEE TAMBIÉN:
A una semana del final, ¿qué queda por definir en la MLB?
(Ignacio Serrano)
Ayuda a que El Emergente no se pierda un juego.
Colabora con este proyecto en la página patreon.com/IgnacioSerrano. O apóyame con cualquier monto a través de paypal.com/paypalme/ignacioluiserrano