Por Johnny Villarroel
El lanzador Anderson Espinoza es un león de corazón. Esperaba jugar con el Caracas desde que estaba chiquitico y en esta temporada podrá cumplir su sueño. Por lo pronto, el jugador de los Cachorros de Chicago en la MLB ya está en el clubhouse del Caracas con la misión de ayudar a su club.
Espinoza ha tenido un camino lleno obstáculos para llegar a las Grandes Ligas y a los Leones, donde está a la espera del debut. Fue firmado por los Medias Rojas, pasó a los Padres y tuvo una lesión en el codo que lo alejó del beisbol por cuatro años.
El derecho Espinoza contó que no tiene restricciones por parte de los Cachorros en su trabajo en Venezuela. «Tengo que ausentarme por un breve período, pero regresaré con el equipo después de resolver un tema con la visa».
El serpentinero Espinoza, nacido en el 23 de Enero y de 24 años de edad, dio una vuelta por la cueva felina, vio las fotos colgadas en sus paredes y se sintió feliz de estar en la casa de los Leones que buscan su corona 21 de la LVBP.
«Estoy dispuesto a jugar donde me necesiten. Este miércoles conversé con el manager Alguacil y me dijo que posiblemente voy a estar en el bullpen, donde espera que lance dos innings, hasta tomar el paso de la liga», dijo el pitcher que terminó con récord de 0-2 en su debut con los Cachorros.
En las Grandes Ligas Espinoza no sabe cuál será su rol. Si estará en plan de abridor o en el relevo. «Tengo que esperar, porque tú sabes que en las Grandes Ligas suben y bajan a mucha gente por lesión y yo estaré siempre listo para jugar».
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(Johnny Villarroel)