Por Ignacio Serrano
Los Tigres de Aragua esperan atender la crisis que sufren en la tabla de posiciones y en la ronda eliminatoria con dos pitchers dominicanos, incluyendo a quien fue cerrador de los Vaqueros de Montería en la pasada temporada del beisbol colombiano.
Junior Rincón y Claudio Custodio se suman este miércoles a los bengalíes en Maracay. Con ellos, el alto mando espera aplicar una segunda medida de corrección en un equipo con 7.75 de efectividad colectiva, la peor actualmente en la LVBP.
La contratación de Órber Moreno como coach de pitcheo y el despido de su antecesor Tony Armas Jr. fue el primer paso, 10 días atrás.
La llegada de los dos quisqueyanos obligará a que Aragua haga cambios en su grupo de importados. Los Tigres tienen siete extranjeros activos, cinco de ellos lanzadores, lo que representa su cuota completa, incluso tomando en cuenta que, debido al veto de la MLB, los rayados pueden contar con dos forasteros más en nómina que la cuota regular en la LVBP.
Los actuales refuerzos son los abridores Matt Solter (0-1, 5.11 de efectividad), Jair Jurrjens (0-1, 9.82) y Julio Frías (0-1, 3.00), además de los relevistas Adam Hofacket (1-0, 3.38, 1 salvado) y Connor Law (0-0, 1.93).
Aragua también cuenta con los patrulleros Denis Phipps (.136 de average, 1 extrabase) y Yordanys Linares (.353/.421/.353, aunque todavía sin extrabases).
LOS QUE VIENEN
Rincón es el más curtido de los que vienen. Incluso tiene experiencia en la LVBP, con 2.57 de efectividad en 6 encuentros como relevista de Caribes en la temporada 2018-2019.
Antes, en la 2016-2017, participó en una postemporada con los Tiburones, aunque aquella vez sí fue bateado.
El derecho Rincón ofrece dos atractivos a Aragua: fue cerrojo en el Caribe, con Montería, y ha sido un sólido relevista en la Atlantic League en los últimos dos años. Allí ha dejado efectividades por debajo de los 2.50, con más de un ponche por inning.
Custodio también es diestro, aunque no tan ponchador como su compatriota. Estuvo lanzado en su país, antes del invierno boreal, y es apagafuegos desde que los Yanquis decidieron que no tendría futuro como shortstop, hace poco más de un lustro.
Dejó 3.38 de efectividad en las Ligas Menores y 2.19 en LIDOM.
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(Ignacio Serrano)
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