Por Johnny Villarroel
Carlos Castro terminó a todo vapor con el bate a finales de diciembre. El dominicano se alzó con la distinción al Mejor Jugador de la décima semana de la LVBP. Sin embargo, en el Round Robin, todo ha cambiado y el slugger ha pasado los últimos tres juegos en la banca, producto de un slump.
Castro, quien puede desempeñarse en el campo en la primera base, uno de los jardines o como receptor, es nacido en La Romana. Está en su primera temporada en la liga venezolana en la que ha conectado seis cuadrangulares.
El toletero Castro es recordado por la afición venezolana al ser protagonista en la trifulca del 19 de noviembre en Puerto La Cruz, cuando el tiburón golpeó tres cuadrangulares contra Caribes y, en pleno «perreo», fue derribado en primera base por Asdrúbal Cabrera.
En esa última semana de diciembre, el quisqueyano ligó de 22-11, con un doble y un jonrón, que le ayudaron a alcanzar 15 bases. Anotó siete veces y remolcó 12, la mayor cantidad en la liga, durante ese período. Tuvo línea ofensiva de .500/.560/.682 y un OPS de 1.242.
Ahora, en la postemporada, Castro ha tomado solo 14 turnos al bate en cuatro encuentros, colecciona tres indiscutibles, dos carreras anotadas sin impulsadas, ha negociado un boleto y le han propinado tres ponches para marchar con promedio de .214.
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Foto: Prensa Tiburones de La Guaira
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