Por Ignacio Serrano
Yanquis y Orioles vuelven a chocar este jueves. Es la tercera vez en tres días que se ven las caras en el Yankee Stadium. Y el ganador de la jornada se llevará también la serie, un honor que tendrá también su peso en la tabla de posiciones.
Baltimore y Nueva York se han caído a batazos. Tienen ofensivas por arriba de la media en la MLB y juegan en un escenario proclive a la ofensiva. Y hay señales de que la tendencia se puede mantener.
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EL DUELO DE PITCHEO
Es la pareja de abridores anunciados lo que ofrece poco optimismo respecto a un choque cerrado y a la baja.
El veterano Kyle Gibson comienza por los Orioles. No es lo más granado de la rotación oropéndola. Tiene marca de 5-3 con 4.27 de efectividad, lo que no está mal. Pero como visitante tiene 5.09 y los rivales le batean para .307 de average. Eso, llegando al Yankee Stadium, no es bueno. Además, 4 de los 6 jonrones que ha recibido han sido en la carretera.
Gibson no es un ponchador. Apenas ha pasado por las armas a 41 hombres en 59.0 innings. Depende del control, de la defensa y de mantener la pelota en el suelo. Veremos.
En todo caso luce mejor que su rival Clarke Schmidt. El novato es una de las soluciones de emergencia que han tenido que emplear los Yanquis, debido a las lesiones de otros abridores. Tiene 2-4, con 6.00 de efectividad (aunque es algo mejor en su hogar, donde tiene 1-3 y 5.20).
Schmidt sí es ponchador. Si pudiera sumar más de 5.0 entradas podría totalizar 6, 7, 8 abanicados, si nos apegamos a su relación de 54 chocolates en 45.0 pasajes. El problema es que le cuesta ir lejos. Solo una vez ha tirado más de 5.0 innings en 2023. Y aunque ha sido relativamente controlado, le han sacudido 8 jonrones ya, a razón de uno cada menos de 6.0 entradas.
¿Se crecerán? Gibson viene de brillar ante los Azulejos y su oponente acaba de maniatar a los Rojos. Pero en ambos casos se trata de escuadras menos potentes. Y los dos venían de resbalar antes de eso. Han sido, en fin, poco consistentes.
LOS MADEROS
Baltimore ha anotado 5,18 carreras por juego. Son quintos en todas las Grandes Ligas. Nueva York ha fabricado 4,67 rayitas por choque. También está sobre la media de la MLB. Eso explica que en esta serie hayan pisado el plato 26 veces entre los dos. Una barbaridad.
Hay más poder en el Bronx. Son 78 jonrones, cuarta cifra en el Big Show, comparada con los 57 de los oropéndolas. Aunque ojo, que la mejor productividad de los Orioles y su mucha mejor capacidad para largar extrabases de otro tipo hace que ambos tengan slugging muy parecido.
Al final, la principal diferencia entre ambos elencos está en la habilidad para embasarse. Y la diferencia de .330 contra .310 en OBP parece enorme en contra de los Yanquis. Sobre todo si el juego no resulta un duelo de lanzadores.
UNA CLAVE
El bullpen de los dueños de casa es superior en cuando a efectividad, aunque en algunos periféricos la paridad es enorme. En ese sentido, bien harán en tener ventaja al llegar a la segunda mitad del duelo. Y para eso, entre otras cosas, necesitan que Clarke Schmidt repita la sólida actuación que acaba de tener ante los Rojos.
DATOS…
El súper prospecto Gunnar Henderson (en la foto principal de la nota) tiene buenos antecedentes ante el abridor de los Yanquis y este año le ha bateado bien a ese equipo. Además, en cada uno de los primeros dos juegos ha dado extrabases. Los demás bates de los Orioles tienen pocos o ningún turno en contra del abridor anfitrión…
Greg Allen le batea .400 a Kyle Gibson, ya con 10 turnos, y Anthony Rizzo tiene de 2-2 contra él, con un jonrón. El resto de los neoyorquinos tienen poco que contar aquí…
Gleyber Torres ha sido un mata oropéndolas en las Mayores. De hecho, sacudió dos cuadrangulares el miércoles, pero ojo, que tiene de 9-1 en su carrera ante Gibson…
Adam Frazier ha empujado cinco en esta serie ante los del Bronx…
Aaron Judge ha dado tres jonrones en los últimos cinco compromisos y el consistente Anthony Rizzo suma cuatro inatrapables en los dos topes celebrados ante Baltimore esta semana…
Los Yanquis dominan la serie particular total, con marca de 3-2. Pero el diferencial global de carreras en la campaña favorece a los Orioles, con +43 contra +29.
(Ignacio Serrano)
Foto: captura de MLB Network
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