El Emergente

El Emergente

Se nos fue Chivita Lezama, fanático e imagen del beisbol venezolano

Por Ignacio Serrano

Se nos fue Jesús Lezama, conocido por muchos como Chivita, el Corneta, el fanático número uno del Caracas y del beisbol venezolano. Este jueves expiró con 104 años de nacido, en su amada ciudad adoptiva. Y la noticia, confirmada por los Leones a través de su departamento de Prensa, deja una enorme huella de nostalgia, al saberse que por primera vez en su historia la LVBP no le tendrá en sus tribunas el próximo campeonato.

Lezama –informó su amiga y periodista Mari Montes— fue hospitalizado días atrás. Iba a ser sometido a una intervención y enfrentó un cuadro de tensión arterial. Nada inesperado para alguien de tan avanzada edad, aunque se tratara de una persona que asistió al parque hasta el último juego de sus amados melenudos.

«Con mucha tristeza les informo que Chivita Lezama se fue con su corneta. Falleció hace minutos. Se fue en paz y rodeado de amor. También supo, hasta que se durmió, que fue amado por muchos. Dios lo recibe».

MARI MONTES al dar la noticia

Lezama nació en Delta Amacuro, pasó por Trinidad y llegó «enguacalao» a Caracas, como nos contó una vez, tiempo atrás. Cayó rendido a los pies del beisbol gracias a los Héroes del 41. Se hizo seguidor del Cervecería ante la nutrida presencia de los campeones de La Habana en el cuadro lupuloso. Y luego, con el traspaso de la franquicia a manos de las familias Morales y Prieto, se mantuvo fiel a la divisa que nunca dejó de aupar.

Los Leones le dedicaron un hermoso hilo en Twitter, al acaecer la hora de su viaje final.

Lezama es uno de los fanáticos más emblemáticos y pintorescos que ha tenido la LVBP, como el zuliano Piyiyo, impenitente seguidor de las Águilas del Zulia, o Toquita Mejías, que hasta sus 101 años de nacida acompañó a Caribes de Anzoátegui en el Chico Carrasquel.

La fama de Chivita tuvo mucho que ver con aquella corneta que se escuchó en el estadio Universitario hasta enero pasado. La primera tenía bombín de goma. Pero luego de que se la robó un magallanero en pleno juego, empezó a soplar y resoplar el instrumento, a pleno pulmón.

Así le conocieron las últimas cinco o seis generaciones de aficionados: con la corneta, con su dedo gigante de goma espuma y vistiendo una camiseta de los Leones que iba cambiando de número con cada cumpleaños.

Su desaparición física motivó una cascada de mensajes en las redes sociales. Y su impacto positivo en los diamantes venezolanos quedó reflejado en las esquelas de luto que publicaron los equipos rivales de Chivita, incluido, por supuesto, el acérrimo rival: Magallanes.

Su último adiós ocurre como tenía que suceder: Lezama se nos va después de abrazar por vigésimo primera vez un trofeo de la LVBP con el nombre de los caraquistas, ese que en enero conquistó el club de sus amores.

Se marcha, pues, siendo un orgulloso campeón. Paz a su alma.

LEE TAMBIÉN:

UN DATO. Jesús «Chivita» Lezama fue celebrado por el estadio Monumental de Caracas el pasado 9 de febrero. Ese día asistió al encuentro de Venezuela en la Serie del Caribe y unas 30.000 voces se unieron para cantarle el «cumpleaños feliz». Fue una última muestra de afecto a quien, entre muchas otras cosas, también fue un buen aficionado y un ciudadano ejemplar.

(Ignacio Serrano)

Foto: prensa Leones del Caracas

Ayuda a que El Emergente no se pierda un juego.

Colabora con este proyecto en la página patreon.com/IgnacioSerrano. O apóyanos con cualquier monto a través de paypal.com/ignacioluiserrano.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

¿Te gustaría recibir notificaciones de El Emergente? Claro que sí Quizás más adelante