Brayan Rocchio no estaba llamado a ser el protagonista ofensivo de la noche, pero el beisbol quiso que sí lo fuera. No hay otra manera de describir lo que sucedió el martes, en la victoria de los Guardianes de Cleveland 7-1 sobre los Reales de Kansas City.
Sí, es cierto que el venezolano «apenas» ligó de 1-1, pero se embasó tres veces, anotó dos carreras y vaya que fue importante ese único hit traducido en un jonrón, que impulsó dos de las cuatro rayitas totales que empujó en el careo disputado en un Kauffman Stadium con ambiente de playoffs.
Brayan Rocchio se aproximó al cajón de bateo en la séptima entrada, sin outs en la pizarra, con la única misión de tocar la bola frente al zurdo Sam Long para avanzar al corredor de la primera base. Sin embargo, fracasó en dos intentos que terminaron en foul, obligándole a cambiar el plan. ¿Cuál fue el resultado? El inesperado estacazo de vuelta entera.
El novato caraqueño golpeó un slider de Long que se quedó en todo el medio del plato y lo dirigió a 372 pies de distancia hacia el jardín izquierdo, con una velocidad de salida de 101,9 millas por hora, para enmudecer el feudo monárquico, tras ver como el home club caía en desventaja 4-1, casi como una lápida al duelo.
SU ACTUACIÓN
Cada una de las veces que Brayan Rocchio tomó un turno en la velada, fue productivo para Cleveland, que con el triunfo se afianzó en la cima de la División Central de la Liga Americana, con récord de 80-59, ahora con 5,5 juegos de ventaja sobre Kansas City (75-65).
En la segunda entrada, el campocorto elevó de sacrificio mientras las bases estaban llenas ante el derecho Brady Singer, para inaugurar su cuenta de remolcadas en el desafío, y también el score 1-0.
Ya en el quinto capítulo recibió un pelotazo de Singer y más tarde pasó por la registradora con un sencillo de su connacional Andrés Giménez.
En el séptimo episodio despachó el decisivo vuelacerca, su séptimo del año. Antes de sacar un boleto en el octavo, contra James McCarthur, para terminar una jornada perfecta a la ofensiva.
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Brayan Rocchio nunca empujó más de dos carreras en sus primeros 145 juegos en las Grandes Ligas. Su línea ofensiva de la temporada, entretanto, quedó en .211/.298/.319 con 70 hits, entre ellos también 15 dobles, además de acumular 31 carreras empujadas y 46 anotadas.
Foto: Captura de MLB Network
