José Altuve salió del encuentro del pasado miércoles con molestias en el costado derecho y los Astros de Houston decidieron tomar la ruta cautelosa. Enviaron al venezolano a hacerse unos chequeos médicos, por más que insistiera que no es una lesión o siquiera un problema grave.
Todo sucedió en el quinto episodio, cuando Altuve abanicó un pitcheo y fue notorio que el dolor estaba presente. Finalmente se ponchó y, al notificarle a su manager que la incomodidad no desaparecía, lo sacaron del encuentro. De inmediato se trasladó para hacerse unos exámenes.
“No estoy realmente preocupado”, dijo José Altuve a MLB.com. “No es tan grave. Tal vez me despierte este jueves y esté listo para jugar. Realmente no quiero tomar ninguna decisión esta noche porque normalmente con una lesión esperas hasta el día siguiente y ves cómo te sientes”.
Es entendible la decisión que tomaron los Astros. Altuve se perdió varias semanas la temporada pasada por tensión en el oblicuo izquierdo, por lo que es necesario si estas dolencias no están acompañadas de un problema mayor. El pelotero negó que estas molestias tuvieran relación con la lesión de 2023.
«No estoy realmente preocupado en este momento, lo cual es bueno», dijo el manager Joe Espada. “Lo engañaron con un lanzamiento y sintió algo. Por precaución, decidió tocar con dos strikes solo para asegurarse de que estaba bien. Ahora mismo está en día a día”.
Houston ha perdido seis de sus últimos ocho compromisos, por lo que perder a su primer bate por mucho tiempo sería catastrófico. Especialmente cuando la ventaja sobre los Marineros de Seattle bajó a 3.5 juegos.
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Además, José Altuve finalmente había despertado y junto a Yordan Álvarez habían retomado la producción ofensiva que acostumbran. El venezolano batea para .464/.516/.714 con cinco remolcadas y seis anotadas en sus últimos siete juegos.
Foto: captura de MLB Network