Anthony Jiménez dejó en la semifinal una línea ofensiva que habla por sí sola y que demuestra que su valor en los Bravos fue grande: .423/.444/.577.
Tales guarismos se unen a un jonrón, cinco empujadas cuatro anotadas en 12 juegos, o 26 turnos tomados en esta instancia.
Anthony Jiménez supo producir en cada uno de los juegos en los que estuvo presente. «Es una oportunidad que he sabido aprovechar», dijo al circuito radial, una vez terminado el juego. Y es que a pesar de un comienzo lento, terminó esta etapa conectando hit de manera consecutiva en los últimos seis juegos.
«Yo creo que esto para mí (ir a la final) va a ser algo inolvidable», explicó este toletero de Margarita que se fue de 4-3 con anotada, jonrón y dos remolcadas en el último juego de su equipo en esta ronda.
Ahora se prepara para la final. «Estamos aquí con los muchachos», suelta. «Hay mucha energía y química».
En sus dos últimos juegos triplicó, por eso su average, pero esto contrasta con los seis primeros juegos, en los que solo pudo conectar un hit. De allí en adelante comenzó a producir.
«Estamos muy enfocados, muy enfocados (para la final)», soltó. «Creo que tenemos un buen equipo, buenos muchachos, buen pitcheo y buen bateo».
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«Lo que voy a hacer es disfrutar de esta final», contó el jardinero, quien con su bate contribuyó a los Bravos de Margarita a hacer historia y ahora se ganará un puesto en la final, instancia en donde ha estado como espectador, pero nunca ha tomado un turno.
FOTO: @labarrabrava
Con el Caracas nunca bateo, bien por el
buenos días, el de la fotografía es Olivares no Jiménez, saludos