EL EMERGENTE
Por Ignacio Serrano
Cardenales celebra su séptima corona en la LVBP, al ganar de punta a punta el campeonato 2024-2025. Pero la fiesta en Lara no se limita al nuevo anillo logrado y al inminente viaje a la Serie del Caribe.
Esta es la historia de un equipo que se reconstruyó en plena campaña y que cuenta ahora con una base criolla que carece de restricciones, el panorama ideal para volver en octubre a la acción, en defensa del nuevo título.
Los pájaros rojos enfrentaban un desafío desde la campaña pasada. Obligados a completar el relevo generacional de su pieza angular, el pitcheo nativo, afrontaron este campeonato forzados a apostar por sangre nueva. Y la sangre nueva se impuso.
Néstor Molina ya no está con la divisa. Williams Pérez tampoco pudo superar las lesiones en esta justa. Y Raúl Rivero, el dos veces ganador del Premio Carrao Bracho al Pitcher del Año, terminó su carrera y colgó los spikes con el último out de la final.
Por primera vez en más de una década, ninguno de esos tres baluartes formó parte de la rotación. Cardenales tiene nueve temporadas consecutivas avanzando a los playoffs, siempre con el pitcheo criollo como punto fuerte. Pero lo que era necesidad en la 2023-2024, resultó urgencia en la 2024-2025: había que graduar ases diferentes. Y rápido.
El trío ahora lo integran Max Castillo, Robert Colina y el zurdo Adrián Almeida. Los tres brillaron con notable efectividad, promediando más de 5.0 innings por salida. Eso vale oro en la LVBP. Y contaron con sólido aporte importado en Keyvius Sampson y Jimmy Endersby, además de la adición última de un Anderson Espinoza que bregó su permiso en Japón para también ser protagonista.
No hubo rotación más estable en la pelota venezolana que esa. Y su corazón, los tres nativos, son lanzadores jóvenes, con excelentes herramientas y sin restricciones en el sistema MLB.
A ellos se suma un bullpen que volvió a ser punto fuerte, agregando también nombres nuevos.
El cuerpo de relevistas que lideró Vicente Campos durante varios años, dio la bienvenida a Jesús Valles como agente libre y a Robinson Hernández vía cambio. Sin ellos, Lara difícilmente habría llegado tan lejos. Y alrededor de ellos volverá a construirse el bullpen de la 2025-2026, con la esperada recuperación del operado Campos, el ya veterano Edwin Escobar y el grupo de monticulistas con lazos en el Big Show, encabezados por ahora por el recién adquirido Gustavo Rodríguez, Brayan Pérez y Yósber Sánchez.
La construcción del próximo equipo contendor comenzará al finalizar la Serie del Caribe. Pero los pájaros rojos cuentan con una ventaja sobre el resto de sus rivales. Los numeritos ratifican que tuvieron el mejor pitcheo colectivo de principio a fin, con gran diferencia, y el grueso de esos lanzadores debería estar de vuelta en octubre.
El relevo generacional también ocurrió en otras áreas. La gerencia del Cardenales afrontó una crisis de mitad de eliminatoria y rediseñó la nómina con movimientos drásticos. No fue gratuita la adquisición de Hernández, Rodríguez y Danry Vásquez en pleno torneo. Pero los peloteros que se fueron, valiosos todos, permitieron con su marcha que emergieran nuevos protagonistas.
La oficina resolvió sobre la marcha la urgencia que sufría el bullpen, debido al sobreuso de muy pocos relevistas de cierre. Atendió la necesidad de cambiar el perfil ofensivo de la novena, con la adición de Vásquez. Y abrió espacios así con esos cambios, para que surgieran figuras jóvenes como el campocorto Eduardo García y el patrullero Yohendrick Piñango, fracturado en plena recta final. ¿Habrían podido jugar estos, de haberse mantenido a bordo Juniel Querecuto y Pedro Castellanos?
Lara cuenta con un nutrido grupo de ligamenoristas con talento. Al comienzo vimos también a Yeiner Fernández, que finalmente se marchó a trabajar con su organización del norte, al quedar definitivamente a la banca. En el medio apareció Luisángel Acuña, uno de los más llamativos talentos vistos en este torneo. Y abundan aquellos que, como Ricardo Olivar, cuentan con estatus de legítimos prospectos.
Ese talento emergente también existe en otros equipos. La diferencia está en que los pájaros rojos no dependieron de ellos para ir en busca de la corona. Las restricciones que imponen las organizaciones de la MLB obligan a apoyarte en peloteros sin limitaciones. Y los alados los tienen, para esta y al menos para la próxima temporada.
Vásquez aportó un bate profesional a una alineación necesitada de extrabases desde el lado zurdo del home. Hernán Pérez recuperó su vigencia y poder, al completar su rehabilitación tras una cirugía en el hombro derecho. Ildemaro Vargas es el capitán inextinguible, que juega todos los años, a pesar de ser grandeliga. Gorkys Hernández acaba de vivir una de sus mejores campañas en la LVBP. Jermaine Palacios y Jecksson Flores ayudaron como titulares transitorios y viniendo desde la banca. Y el cubano Rangel Ravelo es cada vez más venezolano.
Más allá de lo que ocurra con los Eduardo García o Yohendrick Piñango, esos prospectos que siempre estarán sometidos a la llamada de sus escuadras del norte, la base criolla citada arriba carece de restricciones y mantiene su vigencia. Y eso es una razón enorme para mirar con optimismo el porvenir.
Cardenales hizo magia invernal para poder tener siempre un catcher grandeliga en el lineup: primero, Carlos Narváez; luego, Alí Sánchez. Allí estuvo otra razón de peso en la obtención del campeonato. Repetir eso será más difícil, ahora que Narváez asumirá mayores responsabilidades en Boston.
Esa posiblemente será una de las tareas a acometer por la gerencia para la venidera justa. ¿Pueden Yeiner Fernández y Hendrik Clementina dar un paso al frente y quedarse con la titularidad detrás del plato? ¿Qué hará en octubre el conjunto crepuscular, más allá de contar con el veterano Yojhan Quevedo?
Allí estará el principal reto para la 2025-2026, visto ya que el roster cuenta desde ya con un atractivo prediseño para emprender la defensa del título.
Este panorama no toma en cuenta lo que pueda aportar la importación. Pero es un aspecto que no se debe olvidar. Este anillo de campeón llega, también, porque Cardenales sigue buscando importados en ligas competitivas, pagando el precio que eso significa.
Salvo pocas excepciones –esas raras sorpresas, como el dominicano Juan Santana— es necesario invertir tiempo y dinero para conseguir peloteros extranjeros que realmente sean refuerzos. Y Lara, que vienen haciéndolo con consistencia, tuvo suerte y tino más que nunca en la 2024-2025.
Prácticamente todos los forasteros llenaron ese perfil: Rangel Ravelo, en la ofensiva, Keyvius Sampson y Jimmy Endersby en la rotación, Alex Scherff, Brian McKenna, José Adames y Geoff Broussard en el relevo. Todos cumplieron con el rol que debe tener un extranjero en la LVBP: rendir por arriba del promedio y marcar diferencia.
Incluso pasó así con el slugger Ronald Guzmán, que salió para dar paso a más pitcheo en los playoffs. Y cuando buscaron soluciones de emergencia, no se bajó el perfil de exigencia, aunque esta vez no le haya ido bien en Venezuela al curtido Cade Gotta.
El título crepuscular es fruto del buen juego y es un premio que el manager Henry Blanco celebra con mucha justicia. Ya hablaremos de eso en una siguiente columna. Pero al mismo tiempo representa una apuesta que no debería terminar en este campeonato.
Porque aunque estos Cardenales tengan mucho tiempo por delante para pensar en el equipo que saltará al terreno en octubre próximo, las señales son muchas y de buen augurio. El corazón de esta divisa estará allí, para volver a la acción dentro de nueve meses. Y esa tiene que ser la principalrrazón para el optimismo en Lara.
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Foto: prensa Cardenales de Lara
Excelente información Emergente pero se te olvidó nombrar a un jugador ( Luisangel Acuña) demasiado grande fué el giro que le dió al equipo una vez que se incorpora
Es verdad, ya lo menciono también
USTED PIENSA ESO MUY BONITO, PERO QUIEN GANA LOS JUEGOS SON LOS HOMBRES Y NO LOS NOMBRES, VEA USTED EL EQUIPO QUE TENIA LA GUAIRA Y CARACAS AL COMIENZO, Y EL MISMO TIGRES DE ARAGUA CON UNA ALINEACION MAS FUERTE QUE LA QUE USTED NOMBRA, PEO HAY FACTORES COMO LA SUERTE Y QUE TODOS LOS LANZADORES REPITAN CAMPAÑA ESO NO PARECE FRECUENTE, VEA USTED TAMBIEN LA DEBACLE DE FRANCO DIOLIS GUERRA, Y VIZCAYA
Puede ser. Pero olvidas que esa es la base (salvo los que sumaron) que metió a Cardenales también en la pasada final. Y hacia atrás, en 9 postemporadas consecutivas, incluyendo 7 finales y 3 campeonatos. Creo que es un caso diferente, pero es mi humilde opinión
Muy interesante y siempre certero tu analisis Cardenales mas q un equipo es una gran familia y la prueba esta en el que varios jugadores en busqueda de un cupo en la MLB como Acuña y Narvaez pudieron acompañar buena parte de la temporada. El tema de la Rotacion es otro punto muy a favor porque Lara logro reunir a tres abridores de cabecera en Almeida, Castillo y Colina acompañados de jovenes en el bullpen que prometen varias temporadas en el elenco, todo sera cuestion de armar una buena importacion q pongan su grano de arena y permitan llegar a finales de Diciembre con numeros positivos.Mil gracias Ignacio por la gran labor que haces dentro del circuito de Lara y exitos en el 2025.
Excelente analisis y tremendo resumen de lo que fue la temporada.Mi amigo sin contar que en la próxima temporada se pueda contar con Juan yepez.javier sanoja.entre otros.saludos