EL EMERGENTE
Por Ignacio Serrano
¿Cómo impactará en José Altuve una eventual mudanza al outfield? ¿Podría eso afectar la consideración de los votantes para el Salón de la Fama? ¿Haría de él un pelotero más o menos útil, en términos defensivos?
Los Astros de Houston tienen semanas evaluando la idea de enviar al estelar venezolano al jardín izquierdo. La especie surgió en paralelo a la posibilidad de volver a firmar a Alex Bregman. Y como ya adquirieron a Isaac Paredes, pensando en sustituir a Bregman, el regreso del antesalista obligaría a realizar movimientos adicionales, a fin de poder alinear simultáneamente a los tres.
El propio José Altuve aceptó públicamente cualquier «sacrificio», si eso significa que su amigo se ponga otra vez el uniforme de los Astros. Y el manager Joe Espada le dijo a The Athletic y otros medios que Astroboy comenzó en enero a tomar elevados, aunque, eso sí, sin descuidar las actividades en segunda.
Es verdad que el mexicano Paredes viene de una cosecha ofensiva muy lejana a lo que consiguió el venezolano. Dividió el tiempo entre los Cachorros y los Rays, con .238 de average, 19 jonrones, 80 empujadas, un robo, con bWAR de 2.7, más OPS de .739 y un OPS ajustado que le ubica 12 por ciento por arriba de la media de la MLB.
Podemos buscar estadísticas más reveladoras, pero mejor quedarnos con esas para hablar en términos generales.
La producción de José Altuve todavía es nivel élite, considerando que es un intermedista. En contraste con el recién llegado, viene de ligar para .295 de average, con 20 cuadrangulares, 65 remolques (pero con 94 anotadas), 22 robos, un bWAR de 3.4, con .790 de OPS y un OPS ajustado 26 por ciento mejor que la media en las Grandes Ligas.
El elefante en medio de la sala, sin embargo, es la defensiva. Aunque el camarero nacido en Puerto Cabello no ha declinado con el madero, sí viene enseñando un progresivo descenso al campo.
Ojo, esto no tiene por qué ser un escándalo. Cumplirá 35 años en mayo, y todos los atletas declinan con la edad. Es una ley de vida, incluso para quien, como él, alguna vez ganó el Guante de Oro.
Alex Bregman, campocorto natural devenido tercera base, sigue enseñando pruebas de ser élite en la esquina caliente. Isaac Paredes, en cambio, es un antesalista promedio, incluso un poco por debajo de la media, según qué baremos se busquen, aunque en primera base sí que ha enseñado luces. Y el Pequeño Gigante de Venezuela, por su parte, tiene registros que están por detrás de ambos, aunque, claro, en una posición distinta: la intermedia.
Veamos algunos ejemplos en el caso de José Altuve. Acaba de cerrar con un bWAR defensivo en negativo (-0.9), lo que afectó sensiblemente su WAR global. Según Baseball Info Solutions también quedó a deber en carreras salvadas con su defensiva (-15, -13 y -13 en los últimos 3 campeonatos). Baseball Reference le pone muy atrás de la media en el Factor de Alcance (3.35 contra 3.97 de sus colegas). Y Baseball Savant le pone en el percentil más bajo en alcance y brazo.
Esto representa un desafío para él en 2025. Si continúa defendiendo su posición natural, está llamado a repuntar con el guante del mismo modo que logró hacerlo con el bate, luego del bajón de 2020.
Una mudanza al left significaría quitarle el desgaste físico que significa trabajar a diario en la línea central. Eso podría tener impacto en dos áreas: permitirle mantener o incluso mejorar su ofensiva, al contar con una reserva de energía mayor al avanzar la temporada y adentrarse en la segunda mitad. El left es menos demandante, menos agotador. En teoría, podría concentrar sus energías en batear.
Y con su velocidad, posiblemente debería alcanzar batazos por arriba de la media en ese jardín, lo que incrementaría su aporte y su valor medido en WAR.
Pero aquí entra en juego un matiz. El WAR valora con una bonificación posicional aquellos lugares del diamante que son más difíciles de defender. Hablo, por supuesto, de privilegiar la línea central sobre las esquinas del cuadro y del outfield.
Esa bonificación hace que los batazos como camarero valgan más que los conectados por un patrullero izquierdo, lo cual es un elemento subjetivo que puede resultar discutible. Un jonrón como shortstop vale mucho más para el WAR que ese mismo jonrón conectado por un designado o un primera base.
La misma subjetividad pudiera asaltar a algunos votantes del Salón de la Fama si José Altuve deja de jugar en la adulterina. Ahora mismo está metido entre los 20 mejores de todos los tiempos entre los intermedistas tanto en en hits (17) como en jonrones (13), dobles (13), extrabases (16) y WAR (20). Pronto lo estará también en anotadas y va en camino a estarlo igualmente en empujadas.
Astroboy tiene una clara opción respecto a la meta de los 3.000 hits, algo que dependerá de que mantenga la salud y envejezca bien. Le quedan 5 años de contrato y necesita conectar 154 por temporada. Es una cantidad que ha superado en 10 de sus 12 campañas completas (no cuentan como completas las de novato, pues fue subido después de Juego de Estrellas, y la de la pandemia mundial).
A mi juicio, ya tiene una candidatura que le dará muchos votos en la planilla de Cooperstown. Y le falta muy poco para ser un indiscutible. Eso es así, porque no abundan los campocortos, receptores y camareros con sus números ofensivos. Es un toletero élite para su posición.
Ahí está el caso de Dustin Pedroia, que tiene grandes defensores en este inicio de camino hacia el pabellón de los inmortales, aunque está detrás del venezolano prácticamente en todo. Ambos acumulan 14 campañas en la MLB.
Pero haré otra confesión: yo no quiero que muden a José Altuve. Es uno de mis jugadores favoritos, quiero verlo seguir ascendiendo entre los intermedistas de todos los tiempos y me atrae el desafío que representaría para él el poder demostrar que puede volver a ser un segunda base por encima de la media.
También debo admitir, sin embargo, que ir al left podría tener ventajas para él, más allá de la posibilidad de traer de regreso a su amigo Alex Bregman. Eso podría, en teoría, alargar su carrera como titular de impacto y mantener números top con el madero, ahora que está por empezar la última cuarta parte de su recorrido en las Mayores.
Ganarle tiempo al tiempo significaría una ayuda extra con vistas a los 3.000 hits, un hito que le garantizaría el boleto al Salón de la Fama. Pero que su producción se le anote como jardinero izquierdo haría que salga de la batalla por seguir ascendiendo entre los intermedistas más notables de la historia, lo que también podría restarle simpatías con vistas a Cooperstown. ¿Qué decidirá Houston? Porque el venezolano ya tomó su decisión: seguirá buscando la excelencia, no importa dónde lo pongan.
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Foto: @astros
Saludos Ignacio.
Muy buen análisis, pero difiero contigo en el valor del WAR, si bien la lista de votantes se ha ido refrescando, aún quedan de la vieja escuela y otros que son más del análisis de los números que deja el pelotero.
No pienso que el valor de Altuve baje por ser cambiado de posición. Yo tampoco quiero verlo salir de segunda base, sobre todo siendo el pelotero más antiguo del club. Si la mudanza obedece a traer a Bregman debe haber un argumento sólido, «tenemos una opción para la segunda», «consideramos que los números defensivos no lo están ayudando», etc…
Ya Altuve tiene números para pensar en su candidatura, llegar a 3.000 hits es un plus que también solidifica su candidatura, aunque Craig Biggio, espero tres años, por caer en la espiral de otros candidatos que estaban vinculados a esteroides. No creo que Altuve pase por ello, porque su candidatura es sólida por lo que ha hecho como pelotero y en postemporada. Donde pasará factura será en el robo de seña y es hipócrita que todo el béisbol vea a Altuve como el rostro de ese evento, cuando los otros equipos han aceptado con aplausos en otras organizaciones como Gerrit Cole, Justin Verlander, Carlos Correa y compañia. Altuve no tuvo la culpa y aún así sigue siendo victima de los fanáticos y lanzadores, es allí donde los votantes emitirán su voto castigo, y serán ellos que decidan ir eliminando hasta que ingrese.
Por que si creo que ingresará por la BBWAA como Miguel Cabrera cuando sea candidato. Hay un precedente en cuanto a voto castigo, y fue Roberto Alomar por escupir a un árbitro en 1996. Si bien Alomar jugó algunos años más, cuando fue candidato por primera vez, le faltaron cinco votos. Recuerdo, porque tengo ese artículo que muchos votantes iban a castigar a Alomar por ese incidente por lo que su ingreso en su primer año no lo merecía. En ese entonces, Juan Vené comento en su columna que el trasfondo también se debió además del castigo, que la boleta del siguiente año no iba a tener candidatos atractivos.
De hecho, Alomar fue exaltado, liderando la votación con 523 votos para un 90%, seguido de Bert Blyleven que estaba en su último año en la boleta. En ese caso, después de analizarlo, los votantes premiaron a Alomar al cambiar un magro porcentaje en 2010 por uno mayor al siguiente año. Para finalizar, y no seguir dando vueltas, la carrera de Altuve ya esta escrita y su exaltación será analizada y evaluada a mi juicio tal como sucedió con Alomar y Biggio, el primero por un voto castigo y el segundo totalmente inocente que tuvo la mala fortuna de caer en una lista donde habían muchos consumidores de esteroides.
Mis respetos.
El béisbol se jugó durante 100 años sin el War, de verdad que a veces se pone cansón el tema sabermetrico. Hay peloteros que han marcado una época por su liderazgo, su juego excitante, su aporte en momentos decisivos que definen lo que hagan sus equipos. Uno perteneciente a esa cofradía es Jose Altuve. No importa el War, no impotan los 3000 hits, importa lo que lo hizo ser el líder de una dinastía en Houston, novena que nunca había disfrutado del éxito como lo ha hecho en el tiempo de Altuve.
Incluso, retirándose con las estadísticas de hoy, ya tiene un indudable caso para el Salón de la Fama.
Como ejemplo de comparación, aunque en circunstancias totalmente distintas, quién podía dudar de la inmortalidad de Kirby Puckett. Sus números se pararon en seco por motivos salud, y en su hora, entró a Cooperstown no por estadísticas, sino por el todo lo espectacular que fue su carrera y como cargó en sus hombros a los Mellizos.
Hay peloteros que están por encima de los números, se trate de la sabermetria o de la vieja escuela.
Vamos más alla son pocos los peloteros que jugaron entre diez y catorce años que consiguieron la inmortalidad. Se ha hecho un escándalo por parte de algunos periodistas venezolanos que la mudanza afectará la carrera de Altuve, y acaso Mookie Betts le afecta eso, No he leído a ningún periodista anglosajón decir que si lo mudan de posición sus oportunidades de ser exaltados se esfumarán…
Pasa lo mismo con Gleyber Torres, que si aceptaba el cambio su valor disminuía y es mentira, si tienes ofensiva y eres productivo te lloverán ofertas porque hay casos similares. Además Torres fue campocorto a comienzos de su carrera y gracias a dios que lo cambiaron porque no dejo nada bueno en esa posición.
Altuve tiene los números para el salón pero el cambio de posición lo va a perjudicar averiguen y verán como los Juan sé agarran de éso