Carlos Mendoza alaba a Luisángel Acuña: «Ese último turno al bate dice mucho de él»

«Eso es lo que uno quiere ver, especialmente de un jugador joven. Se fue de 3-0, cometió un error, y después enfrenta a uno de los mejores cerradores del juego… y tiene un turno así. Eso dice mucho» (de Luisángel Acuña).

La frase no vino de un cronista conmovido ni de un fan en las gradas. La soltó Carlos Mendoza, el manager de los Mets, cuando la prensa le preguntó por Acuña después de la derrota del jueves contra los Astros en el Daikin Park de Houston.

Y esa frase —sencilla, pero con filo— resume mucho más que un comentario postpartido: revela el tipo de dirigente que Mendoza intenta ser. Uno que, aun en medio del ruido de Nueva York y las expectativas de una nómina millonaria, sabe mirar más allá de los errores.

Luisangel Acuña falló un doble play que permitió una carrera. Se fue en blanco con el bate. Pero en el noveno, frente a Josh Hader, uno de los cerradores más temidos del béisbol, se paró en la caja y peleó su turno. No se arrugó. Y Mendoza lo notó.

Ese gesto dice más de Mendoza que cualquier alineación. Porque este es su segundo año como piloto de los Mets y el reto no es solo ganar. Es decidir con qué tipo de hombres quiere hacerlo.

Durante la rueda de prensa, Mendoza repitió su mantra: “Vamos día a día”. Hablaba de Acuña y Brett Baty, pero también de Tyrone Taylor y José Siri. Rehuyó hablar de jerarquías. No quiso confirmar pelotones. No dio titulares fáciles.

Lo cierto es que Mendoza, al menos por ahora, sigue en la cuerda floja de las decisiones fluidas. Y eso no es nuevo. Ya en 2024 su gran pendiente fue construir un orden, una idea estable de equipo. La sensación de que cada día la alineación era una página en blanco lo persigue todavía.

Juan Soto, la estrella de los 765 millones de dólares, se ponchó con dos en base para cerrar el noveno. Detrás de él, el lineup sigue buscando forma. Un catcher que corre mal las bases. Un abridor que otorgó cuatro boletos y golpeó a un bateador. Y un Acuña que, pese a sus errores, dejó la mejor impresión posible: carácter.

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Tal vez Mendoza no tenga aún las respuestas. Tal vez las está escribiendo con turnos como ese del noveno inning. Y tal vez, en ese proceso, lo que realmente está construyendo no es una alineación, sino un equipo.

FOTO: @NYMets