EL EMERGENTE
Por Ignacio Serrano
Luis Blasini ya no es el gerente deportivo del Magallanes. Una parte de la afición, aquella que le responsabiliza de los malos resultados recientes, celebra sin dudas esta noticia. Y quizás otros lo lamenten, recordando que su nombre estuvo vinculado a las 3 últimas coronas de los turcos. Quién sabe.
Abogado por sus estudios y formador de talentos por vocación, corta por tercera vez su relación con los Navegantes. Ahora Federico Rojas llevará el timón.
Ha sido un largo recorrido el de Luis Blasini a bordo de la nave. ¿Volverá algún día al equipo? Después de todo, hablamos de alguien que entre 1997 y 2004 trabajó como secretario de viajes, primero, luego como asistente al gerente deportivo y finalmente como asistente de la presidencia. Alguien que entre 2009 y 2015 asumió la gerencia deportiva, y que en 2019 regresó como asistente de la presidencia y finalmente gerente deportivo, una vez más.
Son 19 años en total, contando los distintos períodos y cargos que ha tenido en la divisa azul. Eso es un tiempo considerable.
Y este es el balance general: Luis Blasini formó parte de 8 escuadras que disputaron finales en la LVBP, con 4 campeonatos en total. Y en los últimos 3 títulos tuvo rol protagónico en la oficina.
En el ínterin, condujo a los Tiburones de La Guaira, sin llegar a desarrollar el plan con que llegó al Universitario. Y durante algo más de un lustro ha sido el gerente de las selecciones nacionales de beisbol, nombrado por la Federación.
¿Era necesario un golpe de timón en el Magallanes?
Es una ley de vida en los deportes que managers, directores técnicos y directivos sean reemplazados cuando ocurre una sequía. Desde ese punto de vista, era natural que Luis Blasini pusiera su cargo a la orden y apareciera un reemplazo.
Los Navegantes conquistaron la campaña 2021-2022, remontando una final imposible ante Caribes de Anzoátegui. La contratación de una excelente importación, la mejor de aquel campeonato, resultó crucial para concretar aquella celebración. Pesaba todavía sobre la nave el veto de la MLB, ante la falta del placet de la OFAC.
Pero a partir de allí, las cosas han salido mal para los turcos.
No hubo acuerdo para el regreso del piloto campeón, Wilfredo Romero. El puertorriqueño Yadier Molina lo sustituyó en la 2022-2023, llegó hasta el Round Robin semifinal y tampoco quiso volver, al surgir la posibilidad de dirigir a sus Criollos de Caguas en Borinquen. Y su reemplazo, Miguel Cairo, vio cómo su proyecto colapsaba a mitad de torneo en la 2023-2024, terminando con su despido y la temprana eliminación.
El quinto timonel en 5 temporadas fue Eduardo Pérez. Con él al frente, Magallanes volvió a los playoffs, pero sin llegar nunca a ser visto como un peligro real.
La escogencia del estratega no ha sido errada, visto lo visto. Romero ganó el título. Molina también –pero en Puerto Rico, justo después de dejar a los Navegantes–. Cairo acababa de dirigir a los Medias Blancas en las Grandes Ligas, al recibir la propuesta de los eléctricos. Y Pérez es uno de los técnicos más reputados de la LVBP, coach en la MLB desde hace más de una década.
Los malos resultados en estos últimos 3 años tuvieron más relación con la llamativa ausencia de bigleaguers y el sorprendente declive de la importación. Leones, Tiburones y Cardenales sumaron a sus principales estrellas en ruta a ganar los más recientes campeonatos. Y los refuerzos extranjeros de los cabrialenses no tuvieron el peso suficiente para compensar eso, como sí lo hicieron en la 2021-2022.
Hablo de esos aspectos, porque son claramente responsabilidad del presidente, del gerente deportivo y del Comité Deportivo de los bucaneros. Y si bien la presencia de los grandeligas también es responsabilidad de los propios peloteros, lo de los importados roza lo inexplicable.
Con contadas excepciones, como Keon Barnum y Peter O’Brien, que para colmo fracasaron, Magallanes dejó de contratar figuras foráneas de verdad. El equipo que hace no mucho se dio el lujo de ir al terreno con sluggers como el colombiano Reynaldo Rodríguez, el cubano Adonis García, el estadounidense Delmon Young o el dominicano-americano Nelly Rodríguez, ha terminado dependiendo de refuerzos como J.C. Romero o Roilan Portuondo.
Probablemente no lleguemos a saber oficialmente la verdadera razón de esto último. Está claro que unos Navegantes con extranjeros de peso habrían llegado más lejos en la 2024-2025. Eso significa que al menos habrían tocado las puertas de la final. Pero también está claro que para eso hay que pagar. Y no sabemos si el presupuesto que recibió Luis Blasini fue tan discreto como discretas resultaron sus contrataciones en los últimos años.
Si esa es la razón, sería una lástima todavía mayor. Porque es muy difícil ganar en la LVBP si no se invierte con tino y decisión.
Fevebeisbol ha vivido un renacer desde que el propio Blasini asumió la gerencia de las selecciones nacionales. Con él al frente, Venezuela ganó oro en el Campeonato Mundial Sub 23 de 2021 y bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2023.
Con él, la Vinotinto mostró su mejor cara en un Clásico Mundial de Beisbol, el más reciente, con un trabajo detallado y bien coordinado con el manager Omar López y una plana mayor que ha sumado a buenos ejecutivos, como Eduardo Brizuela y Gabriel Yáñez.
Y con él a cargo, Fevebeisbol acaba de estructurar su mejor equipo para el mundial Premier 12, en plena disputa de la LVBP, y alcanzó la ronda de medallas, una actuación que, combinada con las otras, le dio a Venezuela el tercer lugar del ranking universal de la WBCS.
El claro avance de la Vinotinto no tuvo correspondencia con lo sucedido con los Navegantes a partir de marzo de 2022. Y eso deja un sabor amargo en quienes hemos aplaudido el impacto que Luis Blasini ha causado en la Selección Nacional. Se va del Magallanes y una parte de la afición celebra. Es entendible. El deporte es así. Pero habría sido mejor verle decir adiós a los turcos tras una cosecha mucho mejor. No más tarde, no después. Simplemente mejor.
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Foto: captura de Magallanes TV
En mi opinión si, se le acabo su ciclo con Magallanes, Importación mediocre, la no convocatoria de peloteros insignes de la Nave, en fin tantas cosas que nunca dio respuesta Blasini. Buena decisión y ahora enfocarse en devolverle al Magallanes ese sitial de honor donde debe estar.
Para mi el problema no era Blasini, sin duda un gte exitoso, el problema es Hector Arias, tanto es asi que recien nombrado Fede Rojas sale lo de Chirinos y los problemas a lo interno.