Carlos Rodríguez tocó la puerta de sus jefes en los Bravos de Atlanta para solicitar un ascenso y lo consiguió. El venezolano fue promovido a Triple A y está nuevamente a un paso de las Grandes Ligas.
El hábil outfielder tenía 14 imparables durante sus primeros 10 compromisos con los Columbus Clingstones, sucursal Doble A de Atlanta. Además con 5 carreras remolcadas y 4 anotadas, números merecedores de un reto mayor.
Pero no solo eso, sino que Carlos Rodríguez también ha negociado 5 bases por bolas para demostrar sapiencia en el plato. Toda esa actuación desencadena en una línea ofensiva de .342/.404/.366 que es digna de reconocimiento.
Especialmente porque la defensiva de Rodríguez también es superlativa. Este año ha dividido su actuación entre el jardín derecho y el central, todavía sin cometer errores.
CARLOS RODRÍGUEZ EN ATLANTA
Los números de Carlos Rodríguez ya son destacables, pero el presente de Atlanta también invita a pensar que Triple A será una alcabala hacia la Gran Carpa.
Los Bravos no atraviesan un buen momento. Para empezar, el equipo tiene récord de 5 victorias con 13 derrotas, último en la división Este de la Liga Nacional. La ofensiva ha anotado la cuarta menor cantidad de carreras (61) y los jardineros izquierdos del equipo tienen OPS colectivo de .499.
Rodríguez es una opción para ayudar. El pelotero ya está en el roster de 40, por lo que no deben sacrificar a nadie para subirlo y seguro aportará más que peloteros como Stuart Fairchild (.063), Eli White (.235) o Jarred Kelenic (.146).
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Los Bravos tampoco han contado con producción de Michael Harris II, quien batea solo para .179, sin embargo, el equipo no tiene muchas opciones que puedan jugar en el centerfielder. Recientemente subieron a Alex Verdugo, pero tampoco puede estar en la pradera central.
Foto: @BiloxiShuckers
Tienes que decir que es Magallanero? Disculpe si estoy equivocado pero si estuviéramos en la temporada de la LVBP lo comprendería. Siempre he manifestado de manera respetuosa, que algunos periodistas deportivos tienden a diferenciar cuando un beisbolista es magallanero o caraquista como si los peloteros de otros equipos no existieran, haciendo una odiosa diferenciación. No me cansaré de expresar mí repudio a esa posición inexplicable. Gracias.