Luis Arráez se fue de 4-1 este martes frente a los Cachorros de Chicago. El venezolano mantuvo su presencia ofensiva en un juego sin carreras ni extrabases, pero que le permitió llegar a 4 encuentros seguidos bateando inatrapables..
El yaracuyano conectó un sencillo, recibió base por bolas y se ponchó una vez. No anotó ni impulsó. Su promedio quedó en .280, con OBP de .313 y slugging de .400.
Luis Arráez, como segundo bate de los Padres, suma 21 imparables en la temporada, con 3 dobles, 2 jonrones y 5 remolcadas. Solo ha sido ponchado dos veces en 75 veces al bate. Su tasa de ponches, de apenas 2.6%, sigue entre las mejores de MLB.
El infielder ha conectado de hit en 11 de sus últimos 14 juegos. Ha embasado con regularidad y ha dado seis juegos multihits en la campaña. Es uno de los tres jugadores con 18 juegos disputados en el club.
«Su energía, su pasión, su preparación… todo es élite”, dijo el mánager Mike Shildt. «Él eleva al grupo. Está subiendo nuestra marea». El impacto de Arráez va más allá de la caja de bateo.
En días recientes, Bleacher Report lo mencionó como posible objetivo de los Dodgers en una eventual negociación por un segunda base.
Pero dentro del clubhouse de San Diego no ven esa opción. «Un segunda base parece ser la respuesta», escribió Kerry Miller.
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«No se trata solo de lo que hace en el plato, ha insistido Shildt. «Es lo que transmite». Esa influencia se ha vuelto intocable. Aunque se fue de 4-1, su rutina volvió a estar allí: embasarse, ejecutar, mantener el plan.
FOTO: @Padres