Anthony Santander fue hace poco sentado por el manager John Schneider. El margariteño estaba sumido en un slump y había preocupación en el equipo, pero eso ya pasó.
Este martes, con un en circulación, se fue para la calle en el Roger Centre de Toronto, para guiar el triunfo de los Azulejos de Toronto 3-0 contra los Padres de San Diego.
El margariteño se ponchó en el primer turno contra Dylan Cease, pero luego vendría el palazo. «En el primer turno fue muy agresivo», dijo Anthony Santander al finalizar el juego a la televisora de los Azulejos. «En el segundo turno tuve más calma, era un pitcheo un poco más alto y traté se hacer un buen swing».
El resultado no pudo ser mejor: jonrón de línea por el jardín derecho. La pelota recorrió 369 pies a 110 millas por hora. Un verdadero misil.
Mientras recorría las bases le agradecía a Dios. «Le daba gracias por ese jonrón», acotó. Luego vino una confesión sobre aquellas palabras de Schneider: «lo bajé en el turno al bate para que baje la presión y se enfoque más».
Y así fue. «Uno tiene mucha presión a veces, pero hay que mantenerse positivo todo el tiempo», explicó el venezolano. «Es una temporada larga y esto va a dar resultado».
Este fue el sexto jonrón del año para el neoespartano, quien batea para .195 con 18 remolcadas y un OPS apenas de .592.
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«Lo más bonito de todo es que mis compañeros me han apoyado desde que llegué al equipo», confesó Anthony Santander.»Afortunadamente esto me hará salir del slump». Eso es lo que desean los canadienses, más cuadrangulares.
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