Nehomar Ochoa Jr., considerado el vigesimosegundo mejor prospecto de los Astros de Houston, según MLB Pipeline, se recupera tras un accidente de tránsito sufrido el 20 de marzo, en Florida.
El suceso apenas trascendió a la luz pública el miércoles, cuando el periodista Kenny Van Doren de MLB.com reveló detalles del incidente que, por fortuna, no terminó en tragedia, aunque estuvo muy cerca de serlo.
A Nehomar Ochoa Jr., jardinero de 19 años de edad nacido en Higuerote, se le incrustó en la cabeza un gancho de remolque de 3 kilogramos de peso, que salió disparado de una camioneta que iba delante a su carro en la autopista Interestatal 95, y le rompió el parabrisas.
«Los médicos me dijeron que si me hubiera caído cinco centímetros más abajo, habría perdido el ojo (derecho) por completo. Y cinco centímetros más a la izquierda, habría muerto en el acto», relató el patrullero. «Si me hubiera impactado unos centímetros más atrás, a mi derecha, me habría dejado inconsciente, y a la velocidad a la que venía manejando, me habría estrellado. Me dio justo en el lugar indicado».
LA SALUD DE NEHOMAR OCHOA JR.
Como consecuencia al accidente del criado en Texas, seleccionado en el Draft Colegial de 2023 por los Astros, sufrió una abolladura y fractura sobre el seno paranasal derecho. El anzuelo se clavó en el hueso frontal de su frente, y le abrió una herida que ponía en riesgo su cerebro, debido a las bacterias que podían ingresar.
«El hecho de que haya podido soportar tanto dolor y aun así mantener el control, me hace sentir muy orgulloso de mí mismo, para ser honesto», comentó Nehomar Ochoa Jr. «Me alegro de estar vivo, de verdad».
Milagrosamente, el toletero derecho, quien durante su etapa universitaria recibió el mote del «Ohtani venezolano» porque bateaba y lanzaba, regresó a las actividades de beisbol en abril y recibió el alta médica para comenzar a jugar a principios de mayo.
«Me sentía muy bien al final del Spring Training», expresó el mirandino, quien tomó nueve turnos en la Liga de la Toronja y conectó tres hits. «Que todo sucediera de golpe, me puso a pensar. Pero no podía hacer nada, porque sé que Dios tiene un plan para nosotros. Si sucedió, fue por algo».
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Casualmente, su padre homónimo , quien fuese lanzador de los Tiburones de La Guaira en la temporada 2004-2005 de la LVBP, también sufrió un accidente, que en su caso le costó la carrera al fracturarse el hombro tras caerse de un caballo.
Foto: @fayettevillewoodpeckers
