EL EMERGENTE
Por Ignacio Serrano
Ronald Acuña Jr., el único 40-70 en la historia de las Grandes Ligas, ha regresado a todo tren a la MLB. Y por imposible que parezca, podría añadir un logro impensado en este 2025.
La Bestia de La Sabana perdió casi dos meses de acción en la lista de lesionados. Y a pesar de ello, las cuentas y su buen ritmo permiten jugar con la idea de verle terminar la campaña como campeón bate de la Liga Nacional.
¿Campeón bate? ¿Es eso posible?
Sería todo un giro irónico, incluso poético, si Luis Arráez perdiera su cuarta corona consecutiva a manos de su compatriota, ¿no te parece?
Ronald Acuña Jr. llegó al fin de semana con .369 de average. Ahora mismo estaría al mando del viejo circuito, con larga ventaja sobre Will Smith (quien cayó el viernes a .319). Falta todavía camino. Casi medio calendario. Pero falta también que se cumplan otras condiciones para que esta posibilidad se haga realidad.
Algo sí es cierto: en caso de que el varguense mantenga el paso, someterá a la afición venezolana a una recta final tan emocionante como la que le brindó Andrés Galarraga a su propia fanaticada en 1993.
¿Recuerdas aquella carrera del Gran Gato?
El gigante de Chapellín vivió entonces su mejor torneo en las Mayores, en términos de average de bateo. Cerró nada menos que con .370, después de coquetear con los .400 durante buena parte de la justa.
El problema estuvo en que también caminó por una cuerda floja, recorriendo casi toda la temporada sin el mínimo necesario de apariciones legales. Las consiguió a última hora.
Revisemos la regla, aunque seguramente muy pocos la desconocerán.
En las Grandes Ligas es necesario acumular 3,1 apariciones legales en el home por cada juego de tu equipo. En una campaña de 162 compromisos, un bateador necesita 502 viajes al plato para aspirar al título.
El resto de circuitos (independientes, Ligas Menores, beisbol invernal, etc.) tienen una regla más benévola: solo se exigen 2,7 apariciones legales por choque.
Lo que sí tienen en común todos los reglamentos es esa excepción que le permite a un toletero alzarse con la corona, aunque no complete el mínimo. Es la siguiente: en caso de faltarle oportunidades al bate, a un candidato se le pueden sumar las necesarias hasta completar el número exigido. Si todavía mantiene el average más alto después de ese ejercicio matemático, se le proclama campeón, pero con el promedio original, es decir, aquel que exhibía antes de aplicar la aritmética.
Recordemos dos casos en la LVBP. Ambos significaron récords en su momento.
El inolvidable Dave Parker fue el primero. El último día de la ronda eliminatoria 1976-1977 cerró con .414, pero se quedó corto en 5 apariciones. Al añadírselas, se comprobó que igual ganaría el cetro con .401, por lo que fue aclamado con la cifra primera.
Al gran Bob Abreu le pasó también en la 2001-2002. Terminó con .419, pero solo entró al conteo cuando se le agregaron los viajes faltantes, al finalizar la jornada. Así, se demostró que era inalcanzable para sus rivales. Y entonces recibió doble premio: título de bateo y nuevo récord, quebrando la vieja marca de Parker.
Las lesiones apartaron a Andrés Galarraga del lineup de los Rockies durante más de un mes. Pasó dos períodos largos incapacitado por pelotazos. Parecía que no le alcanzaría el camino. Toda Venezuela contuvo la respiración en la recta final del torneo.
El Gato llegó al mínimo el último fin de semana de acción, un sábado. Hasta ese día, Tony Gwynn era el número uno, pero cerró como su escolta con .358, al llegar el venezolano al mínimo exigido cuando estaba por sonar el pitazo final.
Pues bien, Ronald Acuña Jr. asoma ahora como un candidato inesperado para completar una hazaña semejante.
El orgullo de La Sabana tenía apenas 136 apariciones legales al escribir yo esta columna. Su equipo había disputado 80 juegos para el jueves. Le faltaban 366 viajes, con 82 encuentros por delante.
¿Le dan los números? Parece difícil. Necesita pasar por el home 4,5 veces por duelo, sin perderse un solo choque. Pero necesita más. Hasta ahora ha desfilado por el plato 4,4 ocasiones por cotejo. A este paso, llegaría a 496 al finalizar el torneo.
¿Imposible? No lo es. Ahora mismo, si llega a 496, tendrían que añadirle 6 turnos fallados, por lo que seguiría siendo el líder, suponiendo que mantenga una diferencia tan notable como la que ahora mismo exhibe sobre Will Smith. Pero tendrán que calzar todas las piezas para que se dé la hazaña. No, no sería un milagro, pero casi. Ronald Acuña Jr. puede ser campeón bate, si mantiene el paso actual, aunque nadie hable de ello todavía.
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Foto: captura de MLB Network
Con el promedio de bateo que tiene lo importante es sumar turnos con buen promedio y al final aplicar la fórmula que seguramente le dará el titulo de bateo y ya los Bravos tienen que comprometerse con un contrato altísimo ya que no tiene nada que demostrar como Súper Estrella.
Lo de bod y parker fue en la liga venezolana de beisbol
Claro. Pero son ejemplos de la regla, que es lo que buscaba ejemplificar, Arnoldo