En una maratónica jornada, metáfora perfecta de lo que fuela temporada de los Cardenales, los Tiburones vencieron 8 carreras por 7 en
Barquisimeto a segunda hora del viernes, en la jornada de desempate pautada por
la LVBP, y se convirtieron en el quinto y último clasificado a la semifinal.
La tropa de Buddy
Bailey aprovechó el mal momento del abridor Raúl Rivero y su relevista Barry
Enright, a quienes explotaron en el segundo inning, para dar la vuelta a la
batería, pisar seis veces el plato y poner pizarra de 7-1 que casi definía las
acciones.
Bailey aprovechó el mal momento del abridor Raúl Rivero y su relevista Barry
Enright, a quienes explotaron en el segundo inning, para dar la vuelta a la
batería, pisar seis veces el plato y poner pizarra de 7-1 que casi definía las
acciones.
Casi. Pero no. Lara remontó y casi logra la hombrada. No
pudo Ramón Ramírez con tres días de
descanso ni tampoco el bullpen de largo aliento. A falta de un tercio de
encuentro, el marcador era 8 por 7, gracias a un jonrón de Alex Cabrera que facilitó la octava de los salados.
pudo Ramón Ramírez con tres días de
descanso ni tampoco el bullpen de largo aliento. A falta de un tercio de
encuentro, el marcador era 8 por 7, gracias a un jonrón de Alex Cabrera que facilitó la octava de los salados.
Los pájaros rojos hicieron igual en la zafra. Comenzaron en
el sótano y virtualmente eliminados en octubre, llegaron a meterse en la cuarta
casilla transitoriamente, a un mes del cierre, y perdieron el fuelle y la
clasificación.
el sótano y virtualmente eliminados en octubre, llegaron a meterse en la cuarta
casilla transitoriamente, a un mes del cierre, y perdieron el fuelle y la
clasificación.
Carlos Rivero faltó al lance, por causa del virus de chikungunya. Y los anfitriones sólo dieron tres hits a partir del sexto.
Gregory Infante
sacó los últimos tres outs, para anotarse su segundo salvado en cosa de cinco
horas. Eso, en el peor de los casos, debe igualar un récord en la LVBP.
sacó los últimos tres outs, para anotarse su segundo salvado en cosa de cinco
horas. Eso, en el peor de los casos, debe igualar un récord en la LVBP.
Ignacio Serrano
