Un
compendio de anécdotas y rarezas, a propósito del juego que lanzó el miércoles
el shortstop de los Yanquis, Alberto González
Alberto González |
He aquí toda
una curiosidad estadística: los bateadores venezolanos que han tenido la
oportunidad de lanzar en las grandes ligas tienen mejor efectividad que los
propios pitchers.
que el campocorto Alberto González hizo el miércoles para los Yanquis marcó la
décima vez que sube al montículo un criollo de esos llamados jugadores de
posición (término discutible, que en todo caso sirve para definir, al no haber
mejor modo de hacerlo, a todos aquellos que defienden una posición distinta a
la del monticulista, que apenas suelta la pelota, en efecto, igual se convierte
en defensor y, por ende, en jugador de posición; en fin).
infielders, receptores o jardineros que han trepado en una decena de ocasiones
a un morrito en las mayores pueden exhibir con orgullo una efectividad de 2.69,
contra 4.12 que promedian los serpentineros nativos, contando desde el debut
del Patón Carrasquel, en 1939, hasta el undécimo salvado de Edward Mujica, el
miércoles.
dos de los ocho han permitido carreras a sus oponentes. Es en verdad todo un
detalle, dentro del rico anecdotario que recoge la historia de los venezolanos
que han lanzado en la gran carpa sin ser monticulistas.
a González no fue gratuito. Como casi todas las otras oportunidades en que ha
sucedido algo similar, ocurrió debido al cansancio acumulado del staff y al
margen que mostraba la pizarra, con los Marineros en ventaja por 10 carreras en
el noveno inning.
ocho criollos que han sido invitados a cambiar de rol han sido, precisamente, el
último tirador de su encuentro: el receptor Wiklenman González y los infielders
Alberto González, David Concepción, Tomás Pérez, Luis Salazar (dos veces) y
Álvaro Espinoza.
explicación al hecho de que los otros dos no lo fueran: César Tovar trabajó un
inning aquel día en que los Mellizos le hicieron jugar en las nueve posiciones,
como homenaje a su versatilidad, y su llave Víctor Davalillo fue incapaz de
sacar un out en las dos presentaciones que tuvo, ambas en 1969, con los
Cardenales.
coincidencia que justamente haya sido Vitico el único que no pudiera completar
la tarea, y que ni siquiera retirara a un bateador.
fue primero pitcher que patrullero. Igual que hiciera Babe Ruth con los Medias
Rojas, brilló como serpentinero con el Caracas y en las menores con los Rojos,
antes de ser cambiado a los Indios e iniciar una fructífera carrera como
jardinero.
relevó en el noveno episodio el 30 de junio de aquel 1969, frente a los Mets,
pero fue retirado tras dar boleto y permitir un hit. Volvió a hacerlo el 3 de
julio, de nuevo contra los metropolitanos, de nuevo entregó una base por bolas,
permitió un tubey y de nuevo fue sacado de la loma por el manager Red
Schoendienst.
su aporte a los numeritos del octeto, las cifras de los
bateadores-monticulistas son aún mejores, con 1.34 de efectividad y 1.04 de
WHIP (el WHIP con el zurdo de Cabimas adentro es 1.64, bastante peor que el
1.36 que exhiben los tiradores de oficio).
pasa esto? Ya está visto que el marco del partido es determinante: un equipo
perdiendo por muchas carreras, con un bullpen agotado por el exceso de trabajo
en los días recientes, con el juego a punto de terminar.
de los Yanquis, Joe Girardi, dio una explicación adicional, para detallar por
qué González (y eso vale también para Concepción y Tomasito y Salazar y casi
todos los demás), en vez de otro jugador: “Un shortstop usualmente tiene
comando sobre sus disparos la mayor parte del tiempo. Así que supuse que González
era el indicado”.
Retiró a Robert Andino con un elevado a terreno corto del right.