El mexicano Oscar Robles quería desde hace tiempo jugar en Venezuela. El nuevo antesalista de los melenudos espera adaptarse rápido al pitcheo de esta liga y seguir su racha
Oscar Robles creció como aficionado de los Dodgers en el norte de México, donde aprendió a jugar beisbol. Pero esbozó una enorme sonrisa cuando alguien le preguntó si tenía alguna referencia de los Leones, su nuevo equipo esta temporada en el beisbol invernal: “Claro que sí: son como los Yanquis de Nueva York”.
Los Yanquis son rivales históricos de los Dodgers, que les vencieron en la Serie Mundial de 1981 con los lanzamientos de Fernando Valenzuela, el ídolo de aquel Robles niño, hoy con 34 años de edad y caraquista de estreno.
El infielder azteca llegó al país hace dos tardes, este miércoles tomó doble práctica en la tercera base del estadio Universitario y terminó de hacerse la idea que comenzó a gestar cuando Oscar Prieto Párraga se le acercó en República Dominicana, ofreciéndole trabajo.
“Sólo me han tratado mejor en las grandes ligas”, indicó el ex bigleaguer, que entre 2005 y 2007 defendió a los Dodgers y a los Padres. “Desde la directiva, pasando por el alojamiento, hasta mis compañeros. Me han recibido muy bien. Mi esposa y yo ya nos sentimos como en casa”.
Han sido varias mudanzas recientes para Robles, que comenzó la campaña con las Águilas de Mexicali y siguió luego con los Gigantes del Cibao, siempre con promedios sobre .300 puntos.
“Es un poco complicado llegar a un país donde nunca has jugado, pero en mi carrera he jugado en ligas muy difíciles y espero poder ayudar a los Leones”, explicó. “Lo más difícil es adaptarme a las costumbres y la comida. Pero estoy contento. Siempre había querido jugar aquí”.
El manager Dave Hudgens le alineó octavo en el debut. «Es un buen turno para que no sienta presión y pueda tomar el ritmo con el bate», indicó el estratega. «Me gustan los números que trae. Nunca le había visto antes, pero parece ser un bateador paciente, que toma pitcheos y que puede ayudarnos»
Oscar Robles encontró rostros amigables en el clubhouse del Caracas.
“Conozco a Órber Moreno, a (Darwin) Cubillán y a Edwin Moreno, pues jugué con ellos en México”, señaló el toletero zurdo. “Y también a José Castillo, porque me enfrenté a él en las mayores”.
Le gusta esperar pitcheos. Tuvo un promedio de embasado sobre .400 en su país y en sus 15 temporadas en las menores exhibe una línea de producción de .303/.402/.394. No es jonronero, pero suma extrabases.
“Me reuní con el manager (Dave Hudgens), para aprender bien las señas”, comentó. “Por lo que me han dicho, parece que le gusta mucho tocar la bola y batear y correr”.
Su notable cosecha con dos uniformes en la 2010-2011 no le crea expectativas.
“No pienso ya en las grandes ligas”, aseguró. “Tengo 34 años de edad. Soy un veterano, no lo puedo ocultar”. Pero que nadie se llame a engaño: mantiene la chispa. “Vine a ayudar a los Leones y soy muy competitivo. Hasta cuando juego en el Nintendo con mi hijo, me gusta ganar”.
Publicado en El Nacional, el jueves 20 de enero de 2011. Ampliado en el blog.
