Endy Chávez y Marco Scutaro proclaman su mejoría. El spring training también es tiempo para dejar atrás viejas lesiones y demostrar que se está listo para volver a jugar
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| Endy, cuando estaba sano, con los Mets |
Endy Chávez y Marco Scutaro no llegaron al spring training en busca de un lugar en las grandes ligas o para alistarse simplemente con vistas al naciente campeonato.
La pareja de venezolanos representa la otra cara de los entrenamientos primaverales, esa que también reflejan Carlos Guillén y Omar Poveda, Magglio Ordóñez y Martín Prado, Luis Hernández y Ángel Guzmán.
Para cada uno de ellos, se trata de dejar atrás viejas lesiones y demostrarse a sí mismos que están listos para jugar al más alto nivel.
Chávez es, entre todos ellos, quien ha esperado más tiempo por este momento. Su problema comenzó a mediados de 2009, cuando sufrió una colisión con su compañero Yuniesky Betancourt que le envió al quirófano.
“La recuperación va muy bien, hasta ahora”, respondió el toletero zurdo cuando fue interrogado por MLB.com. “La rodilla está funcionando bien. Empecé a jugar (el año pasado) cuando me sentí mejor, pero creo que me apresuré y por eso reaparecieron las molestias”.
La lesión de Chávez le afectó en un aspecto crucial para él, del que depende su estadía en la gran carpa. En la rapidez con que mueva las piernas reposa su valor como jardinero y bateador emergente.
“He mejorado mi velocidad”, apuntó el nativo de Valencia. “Quizás no sea igual que antes, pero se acerca a lo normal. No creo haber perdido rapidez o capacidad de reacción al patrullar en el outfield”.
Chávez, que ahora pertenece a los Rangers, no olvida el momento en que para él la pesadilla comenzó. De hecho, el Everett Daily Herald destacó la precisión con que el veterano rememoró el episodio.
“Siempre sé dónde están mis compañeros en el campo, y con ese elevado en específico estuve confiado; nadie estaría en esa zona del terreno”, relató el carabobeño. “Me sorprendió que Yuniesky apareciera allí. En otra circunstancia, (el choque) no habría pasado”.
Scutaro también asegura que está curado del problema en el hombro derecho, que le impidió cubrir el shortstop en la última parte de 2010.
“Estuve haciendo swing con sólo un brazo”, le dijo el nativo de San Felipe al Boston Globe, al hablar de sus molestias. “Es bueno empezar a sentirte normal nuevamente. Aunque no consigas resultados, al menos sabes que puedes llegar al parque y tratar de competir”.
El manager Terry Francona destacó que la principal huella que recuerdan del yaracuyano es que, a pesar de tener un nervio pisado en el cuello y rasgarse parcialmente el manguito rotador, Scutaro disputó 150 juegos, superado en los Medias Rojas únicamente por los 154 de Adrián Belltré.
“Se ganó nuestro respeto”, terció el lanzador John Lackey. “Con todos esos problemas y nunca dejó de jugar. Y tuvo un buen año, también”.
Guillén y Ordóñez con los Tigres, Prado con los Bravos, Hernández con los Mets y Poveda con los Marlins. Todos dan pasos firmes en su recuperación física, según indican los reportes. Todos se muestran felices, en el camino de regreso.
Publicado en El Nacional, el jueves 3 de febrero de 2011 y ampliado en el blog.
