El lanzador zurdo fue activado esta semana y enviado a clase A. Nacido en Valencia y prospecto de Seattle, acumuló dos meses y medio de servicio en las grandes ligas… sin hacer un pitcheo
Una discreta transacción realizada este lunes por los Marineros de Seattle completó una anécdota casi desconocida para el libro que guarda la historia del beisbol venezolano.
Mauricio Robles, un joven lanzador que fue operado del codo durante el spring training y estaba en la lista de incapacitados, fue activado y enviado a la sucursal de la organización en clase A avanzada.
Robles es uno de los principales prospectos de los Marineros. Aquí pertenece al Lara y figura en la casilla 29 del listado que elaboró Scouting Report con los 100 mejores prospectos venezolanos de 2011.
El veloz serpentinero es miembro de una extraña cofradía: aunque estuvo un buen rato en las mayores, no ha participado ni siquiera en un inning en partidos oficiales. Es un grandeliga que nunca ha ido a la batalla.
El zurdo cobró salario de bigleaguer durante dos meses y medio, acumuló antigüedad y 75 días de servicio, sin saltar al campo.
Sólo cinco venezolanos, que se tenga memoria, han pasado por algo similar y siguen sin hacer su debut en la gran carpa.
El curioso estatus de este nativo de Valencia tiene su origen en un tecnicismo, el mismo que le dio entrada a este club tanto a Omar Poveda en 2010 como a Reegie Corona en el presente campeonato.
Seattle necesitó un cupo extra en el roster de 40 al final de los entrenamientos primaverales. El problema es que cualquier pelotero que sea sacado de allí debe ser expuesto en waivers, pudiendo ser tomado a cambio de nada por cualquier otra divisa.
La solución a ese dilema fue darle carácter de grandeliga a Robles, aunque le faltara su bautizo. Puesto que acababa de ser operado y estaba en camino de perder dos meses de acción en las menores, los Marineros optaron por colocarle en la lista de incapacitados de 60 días y “crearon” un puesto adicional en el roster de 40.
Todo jugador inscrito en la lista de incapacitados de 60 días automáticamente libera su lugar en el roster. Autoridades de las grandes ligas consultadas por este diario confirmaron que un ligamenorista sometido a esas condiciones inmediatamente gana salario, tiempo de servicio y antigüedad de grandeliga.
Rendy Espina fue el primer venezolano en pasar por algo similar, en 2000. Estuvo 20 días con los Ángeles.
Luis Oliveros también estuvo en las mayores sin jugar. Pasó arriba tres días en 2006, pero a diferencia de los otros cuatro, es el único de la cofradía que estuvo en el roster de 25 y no en la lista de incapacitados.
Corona, que está en la lista de incapacitados de los Yanquis desde el día inaugural, se acerca ya a los 80 días de servicio, aunque no ha debutado. El año pasado, Poveda acumuló casi cinco meses de antigüedad de ese modo.
El tiempo de servicio acumulado por Mauricio Robles y Reegie Corona en 2011, así como por Omar Poveda en 2010, no les impide ser elegibles para el Novato del Año en el futuro, pues la regla establece que la condición de recluta se pierde después de 45 días en el roster activo, excluyendo expresamente el tiempo que transcurra cada jugador en la lista de incapacitados
Publicado en El Nacional, el martes 14 de junio de 2011. Con nuevas precisiones en el blog.
