La nueva realidad del beisbol venezolano impone modificaciones
Luis Raven
hizo historia muy temprano.
A finales de 1993, en apenas su tercera temporada
en la liga, el varguense no sólo puso los números que le convertirían en el
Novato del Año, sino que motivó una discusión que llevó a la liga a cambiar el
reglamento para la escogencia del galardón.
Aquellos 7 jonrones de Raven fueron
los primeros de un total de 94, la tercera mayor cifra en la historia, al
momento de su retiro. No hubo recluta con mayores méritos. Bateó para .345, con
.606 de slugging y un centenar de bases alcanzadas.
Un sector de los medios de
comunicación, no obstante, cuestionó el carácter de verdadero novato del
slugger.
Había sido firmado por el Caracas a finales de los años 80, sin apenas
poder jugar. Estuvo a préstamo con los Caribes y finalmente pasó a los
Navegantes para la campaña 1993-1994. Para ese momento, el nativo de La Guaira
tenía cinco años de experiencia profesional y había llegado hasta doble A en el
norte.
recibió su premio. Fue el primero de muchos momentos altos en su carrera, lo que
le tiene en 2012 nominado por primera vez al Salón de la Fama del beisbol
venezolano. Pero la elección sufrió una modificación en adelante.
¿Qué decidió
la liga? Pues decidió que para mantener la condición de novato no sólo sería
necesario tener 50 turnos al bate o menos, o 20 innings lanzados o menos.
Además, los elegibles tendrían que estar en su tercera campaña en la LVBP, como
máximo.
Alguien con tres juegos dejaría de ser recluta, por ejemplo, si cada
uno de esos encuentros hubiera ocurrido en las tres zafras anteriores a la que
tocaba evaluar.
La nueva regla ha perdurado, pero la pelota criolla ha
evolucionado de tal modo, que ha llegado la hora de modificarla.
La rareza de
ver a un grandeliga en su estreno aquí, una novedad con Francisco Rodríguez en
2003, empieza a ser corriente. Dos de los principales candidatos actuales tienen
experiencia en las mayores: Daniel Farquhar, de los Cardenales, y ahora
Salvador Pérez, de los Tiburones. Otro más, Jeanmar Gómez, debutará en los
próximos días.
Todos ellos son elegibles y hay que tomarlos en consideración si
sus números están entre los mejores, aunque no nos guste la regla. Hace un año
hubo votantes que dejaron fuera a Héctor Sánchez porque ya era un bigleaguer,
pero quien así opine debe abstenerse, porque el reglamento que aceptamos los
votantes decía que Sánchez era elegible, como hoy lo son Farquhar, Pérez y
Gómez.
Queda una opción para quienes creemos que la actual normativa no es la adecuada:
exigir su modificación a partir de la 2013-2014.
mismo jugar en Japón y luego en la gran carpa, que actuar en las mayores y luego
en la LVBP. Lo mejor del talento de cada país termina en las grandes ligas,
incluyendo a los más destacados japoneses, por lo que se trata de un camino
ascendente. En cambio, nuestro circuito está claramente por debajo de la MLB.
Es necesario imponer topes de días en el roster activo en las mayores o juegos
disputados, innings lanzados o apariciones al bate. Alguien que participe en un
puñado de encuentros en septiembre no se compara, por ejemplo, con alguien como
Pérez, catcher titular de los Reales de Kansas City desde hace dos campeonatos.
También es menester incluir el número de partidos en nuestro circuito, porque
un zurdo situacional puede hacer 30 o 40 presentaciones y aún no sumar 20
entradas.
El premio Novato del Año no es un reconocimiento al mejor estreno. Es
el aplauso que el beisbol rinde a quien, sin verdadera experiencia, se muestra
muy por encima de sus pares.
Es hora de cambiar. Hay que ser justos con los novatos
de verdad.
Publicado en El Nacional, el miércoles 21 de noviembre de 2012.
Ignacio buenas tardes, excelente artículo…una pregunta, ante el argumento de algunos que dicen que el Beisbol Japones es de mayor nivel que el que se muestra en Grandes Ligas, ¿que herramientas podemos utilizar para demostrar lo contrario?…Muchas gracias…
Excelente articulo estoy de acuerdo con todo lo que planteas pero igual pregunto porque un jugador de otra nacionalidad de clase A, AA o AAA no puede ser elegido novato del año de la liga y un jugador de grandes ligas criollo si puede no es lógico, se supone que se es novato por desconocimiento de la liga no por nacionalidad… deberían ampliar el reglamento e incluir a los importados pero siempre y cuando no hayan jugado en ligas de mayor envergadura que la lvbp.
A mi me parece terrible que una liga dependa de otra para elegir sus valuartes. Es decir, si Robert Perez juega mañana en las Grandes Ligas y descose la liga, entonces a la MLB le sabra a leña lo que hizo o dejo de hacer en otra liga, le daría igual el novato del año.
Eso de que no es lo mismo jugar en Japo e irse a MLB que jugar en MLB e irse a LVBP es una subjetividad terrible. El termino novato se refiere a principiante en una liga, más alla de que en otra ya no lo seas.
Para un jugador como Salvador ganar un novato del año en Venezuela debe ser un sueño, pero ahora al parecer hay que ser mediocre o nulo en otra liga para poderselo ganar?.
El día de mañana dirán que tampoco lo puede ganar un AAA o un AA y terminaremos sin novatos por el resto de la eternidad…
Deben pensar un poquito más antes de expresar sus deseos sin pensar en lo que sienta o deje de sentir un jugador. Preguntenle a Hector Sanchez si el no le dirá a sus hijos que logró ser el novato del año en Venezuela…
Coincido con MDSG