Por Carlos Moreta
Santo Domingo, RD. Has pagado un boleto de entrada para presenciar el festín de los Padres de San Diego. De forma natural, las expectativas están centradas en un desborde ofensivo una vez Fernando Tatis Jr., Juan Soto, Manny Machado y Xander Bogaerts tomen turno en órdenes subsiguientes, desde el segundo hasta el quinto bate.
Concentrado en esto, probablemente estés pasando por alto lo que fue la aparición de Ha-Seong Kim como el primer hombre en la ofensiva. Buscabas el asiento que habías comprado, tratando de no tropezar con alguien de la multitud para no botar el vaso de cerveza o las palomitas de maíz.
Así pierdes de vista lo que hiciere el segunda base más dinámico en Grandes Ligas. O, utilizando a “rajatabla” el concepto de las Victorias Sobre el Jugador Nivel Reemplazo (WAR, por sus siglas en inglés), estás desaprovechando la oportunidad de observar al intermedista cuya actuación sería la más difícil de sustituir, en caso de colocar a un miembro de la banca.
Este 2023, los Padres han requerido de Kim a tiempo completo en la segunda almohadilla. Como bateador, sostiene números de poder sobre el promedio, notable capacidad de embasado y corrido de bases; mientras que, en la defensa, traslada el éxito de otras posiciones para realizar las jugadas con un rango élite.
Pasando de las palabras a las cifras, establecemos que Kim es el único intermedista en superar dobles dígitos en cuadrangulares (14) al tiempo de combinar más de 15 bases robadas (19). Otros puntos destacables han sido verle finalizar el 12,1 % de sus enfrentamientos en bases por bolas y mantener una decente frecuencia de hits (.273 en promedio de bateo).
Los registros encima de la media en apartados que juzgan el poderío, la disciplina o el contacto, le permiten un Promedio Ponderado de Bases Alcanzadas (wOBA) de .354, que lo coloca cuarto entre camareros. Y este funciona como indicador de bateo entre los componentes del WAR.
En lo relativo a las estafas, alimenta el útil casillero de Base Running (BsR) que actualmente le eleva a un sólido sembrado dentro de la posición (con 2.5). No es lo único, pues además recopila la habilidad de avanzar —o tomar un cojín extra— con sencillos o dobles y otros aspectos, aunque, en general, hace juicio de un corrido sobresaliente a favor del coreano.
Adentrados en el fildeo, todos los caminos conducen a una misma salida o conclusión: los registros de Kim indican excelencia. Acumula nueve outs por encima del promedio (OAA), liderando la segunda base entre quienes superan el mínimo de 500 innings.
La combinación de las facetas le acreditan un WAR de 3.6, haciéndose de la décima segunda mayor marca entre ligamayoristas en el curso de la temporada actual (que podría ser la novena, pero colocado así en una lista en la que sostiene empate con Adolis García, José Ramírez y Christan Yellich).
Ahí está el «secreto» que lo hace indispensable en un roster, incluso cuando su primer turno sea poco atractivo o no parezca dominar una sección del bateo con exactitud: el dinamismo que imprime y cómo aporta en cada aspecto de forma positiva.
NOTAS DEL ESCRITOR:
1) La versión del WAR utilizada en este artículo es la presentada en el sitio web Fangraphs.
2) Las estadísticas fueron actualizadas tras la jornada del jueves.
3) Se incluyen escenarios no comprobados/ficticios para construir un relato que sea contrastado por los números.
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Foto: captura de MLB Network
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