Por Alfredo Villasmil Franceschi
Harold Ramírez es un ícono del beisbol colombiano, pero también es una de las figuras importadas más emblemáticas de la LVBP. «Le debe mucho a Venezuela», dice.
Según el cartagenero, haber jugado en Venezuela implicó su ingreso a las Grandes Ligas
«A nivel deportivo y personal, Venezuela ha sido para mí algo muy grande», comenta Harold Ramírez, quien viajó a Santo Domingo, para la serie entre Tampa Bay y Boston. «La LVBP me ayudó mucho en mi desarrollo, me ayudó mucho a explotar, porque fue allí cuando subí a las Grandes Ligas».
En la temporada 2018-2019, se debut en Venezuela, bateó para .381/.460/.566 con cuatro jonronees y 31 remolcadas en 41 juegos. El 11 de mayo de 2109 se ponía la toga y el birrete como pelotero.
Por eso para Ramírez el nombre de Leones significa mucho. «Les debo agradecer siempre al Caracas, porque ellos fueron quienes me dieron la oportunidad de jugar allá por primera vez», explica el neogranadino.
Una de las preguntas que no se podían dejar pasar era sobre el ambiente. «Los Caracas-Magallanes son únicos», dice. «El Monumental es más grande, pero como en el Universitario nada. Muy cálidos esos juegos». cuenta.
Para Ramírez esa rivalidad de Venezuela se puede sentir en Grandes Ligas. «Cuando jugamos en Nueva York o en Boston lo siente, porque somos de la misma división», comenta el pelotero.
Tocó hablar del beisbol colombiano. ¿Qué le falta al beisbol de ese país para terminar de cuajar. «Lo único que nos falta es apoyo», comenta. «Tenemos buenos jugadores, tremendos entrenadores. Cuando consigamos apoyo, el beisbol allá va a estar de maravilla».
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Alfredo Villasmil Franceschi
Foto: ElVillasmil 024
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